DEFENSA POR LOS DERECHOS DE AUTOR Y CONTRA LA
PIRATERÍA DIGITAL
Todos aquellos que seguís mi blog
con más o menos regularidad, habréis apreciado que de cuando en cuando suelo
dedicar una entrada a hablar sobre el tema de la piratería en el mundo de la
Cultura o a defender ardientemente los derechos de autor. Esto no es tanto
porque yo mismo sea autor, sino también porque una sociedad que no respeta a
los autores ni cuida de la Cultura, es una sociedad que a medio y largo plazo
termina por desaparecer ahogada por un mar de analfabetismo, mediocridad y
brutalidad intelectual, por no decir pobreza de espíritu. Una sociedad así está
condenada a la desaparición y la Historia nos ha legado amplios ejemplos de
ello a lo largo de los milenios. No es casual, y está bien demostrado, que a la
vez que suben los datos sobre la piratería contra la Cultura bajen los índices
de excelencia en Educación, comprensión lectora y éxito educativo. Es decir,
cuanto más analfabeto es el país, mayores y con mayor profusión son los actos
de piratería contra la Cultura. Y siguiendo el mismo y oscuro camino, cuanta
más analfabeta es una sociedad y menos acceso tiene a la Cultura, más fácil es
de manipular por los poderes y las ideologías extremas. O sea, pasamos de ser
ciudadanos a convertirnos en vasallos.
Por eso es tan importante defender
la Cultura y la Educación como bienes valiosos de una sociedad que se precie de
ser civilizada. Porque la Cultura y la Educación nos convierten en personas
libres capaces de expresar ideas propias y razonar sobre las ideas de los demás
sin que nos convirtamos en ciegos fanáticos o meras marionetas.
Ya he explicado en otras ocasiones
la diferencia entre Cultura y Educación, pero en esta entrada me voy a centrar
en la Cultura y en concreto en la piratería digital, defendiendo, una vez más y
contra marea, los derechos de autor y que a los autores se nos trate como a
cualquier otro profesional del mundo laboral, con sus derechos y deberes. Pero
antes de tratar de esto, voy a exponer una serie de fríos datos. Si hay algo
que no mienten son las matemáticas, aunque a muchos no les guste y traten de
tergiversar sus datos, pero esto es lo que hay.
Los datos
Que en España nos gusta batir
records es un hecho evidente. Lo malo es que la mayoría de records no suelen
ser positivos precisamente… Lejos de amainar, la piratería en España no deja de
batir cifras preocupantes. Según el informe del Observatorio de la Piratería,
el 87,48% de los contenidos consumidos en Internet el pasado año fueron ilegales,
a la vez que destaca como aumenta entre los ciudadanos la percepción de que
robar (porque piratear es robar) en Internet “no es malo”, “no pasa nada”, “no hay consecuencias ilegales”, “ya pago
mi cuota de Internet” o, la peor de todas, “no tengo porque pagar por algo que ya está ahí” (siguiendo esa
línea de pensamiento, agarro un martillo, destrozo un escaparate y me llevo
relojes y joyas porque, como están ahí, no tengo porque pagar por ello).
Otro informe presentado de forma
conjunta por el Observatorio de Piratería y Hábitos de Consumo de Contenidos
Digitales y la Coalición de Creadores y la Liga de Fútbol señala que en el año
2016 se accedió ilegalmente a 4.307 millones de contenidos ilegales con un
valor de mercado de 24.085 millones de euros, por lo que el coste del lucro
cesante por la piratería fue de 1.669 millones de euros. Vamos a desglosar esta
cantidad a ver en que afecta:
-103
millones de euros correspondieron al sector del libro.
-231
millones a videojuegos.
-186
millones a series de televisión.
-573
millones a películas de cine.
-402
millones al sector de la música.
-174
millones al futbol emitido por cadenas privadas.
Como se pueden apreciar, son
cantidades exorbitantes de pérdidas.
Aunque ya he comentado algunos de
los motivos que llevan al robo (y más adelante entraré un poco más a fondo),
expondré que seis de cada diez internautas reconocen acceder a contenidos
ilícitos y sin que ellos les lleve a un mínimo remordimiento ya que piensan que
no están haciendo “nada malo”; el
100% de ellos no tienen ningún temor a las posibles consecuencias legales.
Solamente el 37% de los internautas aseguran no haber pirateado nunca. El 62%
de los piratas se justifican argumentando “que
los contenidos originales son muy caros”, aunque luego añaden que “la rapidez y facilidad de acceso” a los
contenidos piratas les estimula a su robo “sin
que les importe el precio del producto a piratear” (un 55%). Como dije un
poco más arriba, sube el porcentaje de internautas piratas que consideran que
pagar la conexión a Internet les concede derecho a descargar todos los
contenidos sin tener que pagar ni un euro (el 53%).
La única noticia “buena” a destacar
del informe del Observatorio, es que desde 2014 hasta 2016 se ha apreciado un
“ligero” descenso en la actividad pirata por Internet. Pasamos del 87,9% del
2014 al 87,4% en 2016; no es precisamente un descenso como para tirar cohetes…
Ante estos datos, la directora de la Coalición de Creadores, Carlota Navarrete,
con buen criterio, ha pedido a las fuerzas políticas que adopten una política
de Estado ya que “no se trata de que un
partido u otro esté en el Gobierno”, que las medidas ahora mismo adoptadas
son insuficientes y que es urgente aplicar con eficacia la legislación vigente.
A esta petición de Navarrete se le suma la del director de la Federación para
la Protección de la Propiedad Intelectual (FAP), José Manuel Tourné, y la de
Magdalena Vinent, presidenta de CEDRO, quien añade que la Ley de Propiedad
Intelectual parece “suficiente sobre el
papel, pero la realidad es que no sirve de nada”.
¿Qué más da que alguien se descargue
ilegalmente una película, un libro o que robe un CD de música? ¿En qué nos
puede afectar esto? En todo caso, afectará a los autores, no al resto de
ciudadanos… Este pensamiento suele cruzar por la mente de muchos españoles ante
estas cifras, lo que demuestra lo mal informados que están. La piratería no
solamente afecta a autores y empresas, sino que las arcas públicas dejaron de
recibir 547 millones de euros por ingresos, entre ellos los del IVA (337
millones), IRPF (48 millones) y cotizaciones a la Seguridad Social (162 millones),
sumando la pérdida de más de veinte mil puestos de trabajo relacionados directa
o indirectamente con el mundo de la Cultura e Internet. Además, se cifra en
21.559 los puestos de trabajo directos y 100.000 los indirectos que se podrían
crear en un escenario donde las descargas ilegales no existieran.
Atendiendo a estos datos, aunque
haya descendido ligeramente la piratería (5 décimas), el representante del
sector musical, Antonio Guisasola, ha dicho que la Administración,
independientemente de su ideología política, debe aplicar la Ley, “porque mientras las multas de tráfico han
crecido, en el sector musical no se ha hecho nada, cuando la protección de la
propiedad intelectual se recoge claramente en la Constitución”. A pesar de
que en el sector de la música descendió ligeramente el número de
internautas que accedió a contenidos ilícitos, el pirateo afectó a 1.723 millones de contenidos, con un valor de
mercado de 6.333 millones de euros.
Las películas pirateadas fueron 878
millones, valoradas en 6.907 millones de euros; y en series de
televisión, el acceso ilegal afectó a 950 millones de capítulos, con un valor
de 1.567 millones de euros. En lo que se refiere a libros, hubo 390 millones de
descargas ilegales, por 3.131 millones de euros, y en videojuegos, fueron 225
millones los accesos piratas, y 5.710 millones de euros. Y durante 2016 se
visualizaron de forma ilegal 141 millones de partidos de fútbol en dos millones
de hogares españoles, retransmisiones valoradas en 410 millones de euros. Respecto
a la forma de acceso, hay un aumento del uso de buscadores, que pasa del 72 al 81%, y entre ellos
Google es usado en nueve de cada diez ocasiones. Más de un 74 % de las webs
desde las que se accedieron a contenidos piratas están financiadas por
publicidad, la mayoría de sitios de apuestas, de contactos y contenidos para
adultos.
¿Por qué pasa
esto?
Los motivos del aumento de la
piratería, en este caso la digital, son muy claros y están perfectamente
estudiados por todos aquellos que pretenden erradicarla o al menos combatirla
con mayor eficacia. De igual modo, aquellos que con su actitud pasiva o con su
negación a entrar en profundas reformas permiten que la piratería sigua
aumentando, también saben cuáles son los motivos pero, como ya he dicho, por
variados motivos (entre los que no hay que descartar la ineptitud) no quieren
atajar este latrocinio que está acabando con la Cultura.
Aunque son muchos los motivos, los
englobaré en siete grandes apartados. A lo largo de otras entradas en mi blog
he ido hablando extensamente de estos temas, por lo que me limitaré a realizar
un apunte más o menos esquematizado para no alargar demasiado la entrada. Además,
como diría el refrán, a buenos entendedores, pocas palabras.
1-Fallo del
sistema educativo.
El reiterado fracaso del Sistema Educativo español no hace más que crear
ciudadanos analfabetos poco interesados por la Cultura, no digamos ya por la
literatura en el caso que nos atañe. A la cabeza del mundo en cuanto a fracaso
y abandono escolar, España no toma medidas adecuadas para paliar este problema.
Se añade, para empeorar, que en las escuelas, institutos y universidades cada
vez más se implantan ideologías políticas que intentan suplantar a la
Educación, en un perverso mensaje que intenta hacer creer que la Educación solo
puede venir de una determinada ideología política. Es decir, en España no se
educa, sino que se busca alinear a futuros y potenciales votantes. Por otro
lado, tampoco es que el Sistema Educativo ponga mucho por su parte, pues a
pesar que cada año demanda más dinero y más recursos para imponer una mejor
educación a los alumnos, lo cierto es que hay poca intención de cambiar el
panorama visto la mala preparación del profesorado o las medidas que se han
tomado. Es más, el hábito de lectura se fomenta poco o mal creando un efecto
contrario al que se desea. En un alarde de soberbia intelectual (cuando no de
afán lucrativo) se obliga a los niños y a los adolescentes a leer libros que
nada tienen que ver con sus intereses, libros que requieren de una mayor
madurez mental y una preparación adecuada. Esto lleva al alumno a renegar de la
lectura y a leer únicamente “por obligación” porque forma parte de sus deberes.
2-Olvido de la Cultura
por los partidos políticos cuando llegan al poder. Cuando se
encuentran en la oposición, los partidos utilizan a la Cultura como arma
política contra el gobierno que tienen enfrente. Proponen medidas, acuden a las
manifestaciones, posan para las fotos y se entrevistan con escritores, actores,
pintores… Pero cuando llegan al poder sencillamente se olvidan de sus promesas.
De esto tenemos suficientes ejemplos por todo el país y de parte de todos los
partidos políticos sin excepción. En todo caso, a lo más que llegan es a seguir
utilizando a la Cultura pero para fines propagandísticos e ideológicos afines.
No existe partido político en España que se haya atrevido, o haya querido,
entrar a fondo en una serie de medidas y reformas que relancen a la Cultura y
la protejan de los males que la aquejan. Por tanto, para los políticos no es prioritario
el acabar con la piratería digital ni defender a la Cultura.
3-Prostitución
de la Cultura por determinadas ideologías y desafección del ciudadano hacia el
mundo de la Cultura. Este
punto enlaza perfectamente con el punto anterior. Pudiera parecer que ciertos
partidos políticos se toman muy en serio la defensa de la Cultura, pero es
mentira. Hay una ínfima parte del mundo de la Cultura que directamente se ha
colocado de parte de ciertas ideologías políticas, pero en ningún caso
representan a la Cultura en su totalidad y nunca han defendido a la Cultura.
Son asociaciones, pequeñas y con escaso número de representantes, que han
creado lobbies que se nutren de dinero público emitido bajo los disfraces de
subvenciones a la Cultura por determinados partidos políticos que lo que buscan
con esto es monopolizar la atención del ciudadano haciéndoles creer que
únicamente ellos son los que buscan proteger y fomentar la Cultura. Lo cierto
es que estos lobbies han causado mucho más daño a la Cultura que la piratería
tanto por su más que evidente prostitución a ideologías determinadas
arrastrando consigo a la Cultura, que por norma es imparcial y siempre
representa a todos, como por los escándalos en los que se han visto implicados.
Escándalos de despilfarro de recursos y dineros públicos, corrupción, robo,
sectarismo, doble rasero a la hora de valorar determinadas políticas, manejos
inmorales y demás que han llevado al ciudadano a identificar, erróneamente pero
lógico por otro lado visto que estos lobbies se han autoproclamado portavoces
de la Cultura, estos desmanes y a estos autores con la Cultura, creando una
desafección del ciudadano hacia la Cultura que le lleva a no respetar ni
valorar ningún tipo de hecho cultural. Por tanto, para esta ciudadanía la
piratería no es más que una forma de combatir a aquellos que se enriquecen y
prostituyen gracias a un uso inmoral y perverso de la Cultura.
4-Abusos y
monopolios por parte de las grandes empresas. Aquí tampoco se libran las
grandes empresas que viven del mundo de la Cultura que, paradójicamente, son
las que más se quejan ante las pérdidas que sufren por culpa de la piratería
digital. Lo cierto es que muchas grandes empresas han contribuido al aumento de
la piratería o a su no erradicación con sus malos procederes comerciales,
monopolios y abusos. Utilizando tácticas de competencia desleal y
aprovechándose de las ayudas y leyes de los gobiernos de turno que siempre les
favorecen, estas empresas se embarcaron hace décadas en el proyecto de acabar
con la competencia y quedarse dueñas en su totalidad del mundo de la Cultura en
todas sus facetas. La consecuencia de esto es la casi desaparición de las
pequeñas y medianas empresas y de la competencia, con lo que las grandes
empresas han tenido el campo libre para adueñarse del mundo de la Cultura en
todas sus facetas. Precios prohibitivos, monopolios, afán desmedido de lucro,
desprecio hacia todo aquello que no forme parte de su empresa… llevan a que la
Cultura no pueda estar al alcance de todos debido a unos precios desorbitados y
muy alejados de lo que es la renta per cápita española y su poder adquisitivo.
Aunque no se puede justificar, ha servido de excusa moral para la piratería: “me lo descargo de forma ilegal porque es
muy caro”.
5-Falta de
aplicación de la Ley y falta de adecuadas medidas para acabar con la piratería. Comentado a lo
largo de la entrada, aunque sí que existen algunas medidas para luchar contra
la piratería y contra quienes la favorecen, así como quienes incurren en ella,
lo cierto que apenas se aplica la Ley más allá de casos muy puntuales que más
que nada lo que buscan es la foto y el mensaje hacia la ciudadanía de que se
está actuando contra el expolio cultural. Pero la triste realidad es que apenas
se aplican las leyes, que la impunidad es la norma y que faltan medidas para
terminar con esta lacra. Eso sí, para gravar con impuestos a la Cultura los
políticos no pierden tiempo, con lo que de nuevo se vuelve a alimentar el
círculo infernal: a más impuestos a los productos culturales, mayores precios,
sueldos muy bajos y el ciudadano que, de nuevo, no puede acceder a la Cultura
y, de nuevo, recurre a la fórmula: “me lo
descargo de forma ilegal porque es muy caro”.
6-Falta de
concienciación de los ciudadanos, falta de respeto hacia los autores, falso
concepto del autor y de la Cultura en general. Bien explicado
en esta entrada y otras muchas más en mi blog, es la consecuencia directa de
una mala Educación. Existe una más que notable falta de concienciación entre
los españoles hacia el mundo de la Cultura. La falta de respeto hacia los
autores y artistas es constante, se tiene una noción equivocada de lo que es
ser autor o artista y de la Cultura en general, pues se tiende a confundir
Cultura con Educación. Es muy normal escuchar a gente comentar que los autores
son gente rica y aburrida que no tiene otra cosa que hacer que escribir o
pintar, o que son vagos que deberían buscarse un trabajo de verdad. En pleno
siglo XXI, estas tonterías siguen siendo muy comunes.
Por supuesto, esto sirve
de pretexto para piratear pues como “son
ricos, se les puede robar ya que es de justicia social”. Puesto que la
Educación es un derecho al que todo ciudadano español debe acceder de forma
gratuita, se piensa que la Cultura es lo mismo y que por tanto no se debe pagar
por ella. Es más, muchos españoles no tienen una idea clara de lo que es la
Cultura creyendo que es algo que está ahí al alcance de todos y que por tanto
es gratis y no se debe pagar por ella. Como siempre, pongo el mismo ejemplo: la
comida es un derecho y un bien esencial para el ser humano, sin embargo,
pagamos por ella y pagamos al frutero, al carnicero, al panadero, al
charcutero… por adquirir la comida, aunque nos sea imprescindible y un derecho.
Porque sabemos que hay que remunerar de alguna manera al que nos accede a la
comida. Pues de la misma forma hay que pagar al escritor, al pintor, al
cantante, al actor, al compositor… porque es un trabajo y todo trabajo debe ser
justamente remunerado. Si entras en una panadería y coges una barra de pan y te
marchas sin pagar estas cometiendo un delito; eres un ladrón. Pues por lo mismo
si te descargas un libro sin pagar de una página Web ilegal estas cometiendo un
delito; eres un ladrón.
7-Embrutecimiento
de la sociedad.
Todo esto nos lleva al círculo vicioso en el que se encuentra la sociedad
española. Uno de los peores sistemas educativos del mundo, salarios muy bajos,
monopolios por parte de las grandes empresas, falta de medidas adecuadas, falta
de aplicación de la Ley nos conduce a que la Cultura en España cada vez se
encuentre más desprotegida y, por tanto, termine por desaparecer. Muchas veces
hemos escuchado aquello de “fuga de cerebros” aplicable a otros campos:
medicina, ingeniería, etc. Lo mismo se da en la Cultura. Escritores, actores,
pintores… prefieren irse a otros países a trabajar o publicar sus trabajos
puesto que en España contemplan impotentes como se les roba y, lo que es peor,
se les ningunea y encima insulta. A medida que la sociedad española se
embrutece y analfabeta a más, la Cultura sufre mayor expolio. Y lanzo esta pregunta:
¿una sociedad es más libre cuanto más culta es, o cuanto más ignorante es?
Conclusiones;
defiende tus derechos, condena la piratería digital
Las conclusiones son desalentadoras
a la vista de las cifras en cuanto a pérdidas y delitos cometidos contra la
Cultura. Lejos de amainar, la piratería digital va a más (y no hablemos de la
otra piratería como el cine o la música en soportes físicos, donde
sencillamente se comienza a plantear la idea de no vender nada en formato
físico debido a la piratería) y no parece que ni los gobiernos de turno ni los
partidos políticos decidan hacer algo al respecto más allá de fotos o discursos
tan vacios como demagógicos.
Por tanto, autor, defiende tus
derechos, denuncia, señala y no te dejes robar por nadie. Condena la piratería
pues es un atentado contra tus derechos como autor como bien establece la Constitución
y la Ley española. Si la Cultura termina por desaparecer, entonces con ella se
irán los últimos alientos de libertad, respeto y concienciación. Esto no va de
ideologías políticas y huye de todos aquellos que utilicen la Cultura como una
forma de hacer política y de buscar votos; son los peores. La Cultura nos hace
ser más grandes, tener la mente más abierta y ver el mundo de una forma más
certera. La Cultura nos hace avanzar y ser mejores, nos hace ser libres y nos
evita caer esclavos de las demagogias y fanatismos. Pero ante todo, la Cultura
es la forma que tenemos los seres humanos de expresarnos, de acceder a niveles
más elevados que de otra forma no podríamos acceder. No dejes que nos roben y
acaben con esto.
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