LA PIRATERÍA DE
LA LITERATURA EN EL MUNDO DIGITAL Y COMO COMBATIRLA
En esta nueva entrada del blog voy a
tratar un tema sobre el que muchos lectores me piden tanto información como
ayuda y/o opinión. Lo cierto es que la entrada de las nuevas tecnologías en el
mundo de la literatura es un hecho y con las que los autores tenemos que
aprender a convivir y saber tratar. Aparte de las obvias ventajas, lo cierto es
que a día de hoy las desventajas son mayores y a los escritores nos están
haciendo más difícil nuestro trabajo y, lo que es peor, degradándolo. Aunque el
tema da para mucho, en esta entrada nos vamos a centrar más que nada en la
piratería de nuestros libros.
Antes de llegar a las posibles
soluciones, voy a intentar exponer lo que es la piratería, el porqué de ella y
que hacen al respecto las leyes para combatirlas.
La piratería en
Internet
Antes, la mayor preocupación tanto
de editores como de autores era la fotocopia ilegal de obras sin el permiso del
autor y editor, vulnerando por tanto los derechos de autor y de publicación.
Aparte de esto, también se hace daño al autor y se le impide cobrar una justa
remuneración por un trabajo tan esforzado como sacrificado y que cuenta con muy
poca consideración por parte del gran público. A muchas personas les gusta
leer, pero muy pocas son las que piensan que detrás de esas historias que tanto
les gustan existen otras personas que viven muy mal y que apenas ganan dinero
pero que a pesar de todo deciden escribir.
Lo que hay que tener en cuenta y es
algo que se debe enseñar desde primaria en las escuelas es lo siguiente: la Educación debe ser gratuita y es un deber
del Estado para sus ciudadanos; la Cultura no es gratis puesto que es un
trabajo que desempeñan unas personas y es deber del Estado velar tanto por los
derechos de los autores como que la Cultura llegue de forma justa a los
ciudadanos. Si entendemos esto vamos bien, pero si ya encuentras matices o
no estás de acuerdo con lo expuesto, entonces tenemos un problema.
Todos damos por sentado que cuando
vamos a comprar pan o comida a una tienda tenemos que pagar por ella. ¿Por qué
hay que pagar por la comida cuando es un bien tan absoluto como necesario? Si
no comiéramos moriríamos (de hecho, hay gente que muere por no tener dinero
para pagar la comida), pero pagamos por la comida porque sabemos que el tendero
es un trabajador que regenta un negocio (o trabaja en él) y por tanto hay que
darle algo a cambio de su trabajo. Y de ahí podemos seguir adelante con los
repartidores, agricultores, ganaderos, maestros de escuelas, etc. En cambio,
esto que es tan básico y tan aceptado lo negamos cuando nos acercamos al mundo
de la Cultura, en nuestro caso a la Literatura. Hay una creencia popular
(producto de una negligente Educación; sí, esa que el Estado está obligado a
dar) que piensa que la Cultura es algo que cae del cielo cuan maná divino. Algo
que está en el aire y que se puede coger sin más. Por tanto, ¿por qué hay que
pagar por algo que está en el cielo y por todas partes? Es decir, que se tiende
a pensar que la Cultura es gratis, negando el trabajo y el sacrificio que hace
el autor. Y para justificar este pensamiento erróneo se suele menospreciar
tanto a la Literatura como al autor con expresiones tales como “cualquiera
puede escribir” o “los escritores son gente rica que se aburre”. La humillación
y el menosprecio es el primer paso para ir a la piratería y de ahí al robo.
Porque ya la palabra piratear deja bien claro que lo que se trata es de hurtar.
Las excusas para
piratear
Son muchas y varias las excusas que
llevan a piratear. Algunas las podemos comprender, aunque desde luego no
aceptar, pero otras son tan absurdas y pueriles que son sintomáticas de la
degradación cultural y moral de una sociedad, puesto que cuando una sociedad
ataca a la Cultura se ataca a sí misma provocando con ello su caída. No existe
forma más fácil de esclavizar a una sociedad que volviéndola ignorante y
analfabeta. No vale con saber escribir y leer, sino que debe haber algo más.
Hay que educar y valorar la Cultura como uno de los bienes más hermosos y
honorables que posee el Ser Humano, tan dado a destruir y corromper todo lo que
toca.
Comenzando por las excusas, una de
las más comunes es aquella que dice que los libros son muy caros y por tanto no
es permisible gastarse tanto dinero en algo que en realidad no es básico.
Aunque esto tiene muchos matices, ya parte de una falsa base, que es que los
libros son caros. Sí, son caros, pero en Internet el precio medio por una
descarga de un libro es de menos de cuatro euros si estamos hablando de libros
publicados por grandes editoriales. La inmensa mayoría de las obras las puedes
obtener por tres o menos euros. Por otro lado, es curioso que todo el mundo
piense que es muy caro descargar un libro pero que no es caro comprarse un
e-book, un reader, un kindle, una tablet o cualquier otro aparato que es
necesario para poder leer los libros electrónicos. Y lo sangrante es que
estudios de los perfiles de las personas que piratean libros electrónicos son,
en su mayoría, compradores habituales de productos de marca en las que no les
importa gastarse grandes cantidades de dinero. Yendo a mi experiencia personal,
me he encontrado con muchas personas que dicen que un libro electrónico es caro
pero que luego se gastan, sin pestañear, ochenta o cien euros en un fin de
semana en alcohol.
Otra de las grandes excusas es un
pensamiento que se ha generalizado en muchos estratos de la sociedad, sobre
todo entre los más jóvenes: todo lo que hay en Internet en gratis puesto que
para eso está en Internet.
Los motivos
reales que llevan a la piratería
Pero los motivos reales de la
piratería son otros muy distintos: el afán de lucrarse con el trabajo de los
demás, la ignorancia y el menosprecio al autor, la ambición de las grandes
editoriales y la prostitución de la Cultura por parte del Estado y las buenas
intenciones. Cada uno de estos motivos tienen una muy larga explicación y
profundas causas tanto sociales como culturales, así que voy a intentar ser lo
más breve posible.
1-El afán de
lucrarse con el trabajo de los demás. Es uno de los motivos más poderosos que
llevan a la piratería y al robo de obras. En pocas ocasiones son autores
mediocres que, incapaces de crear por sí mismos, se dedican a robar las novelas
de otros autores y a publicarlas con su nombre. Pero ya la inmensa mayoría son
en realidad personas que se dedican a colgar obras con el afán de sacar dinero
por ellas. O bien cobran de forma ilegal sin pagar por derechos de autor o de
publicación en sus páginas Web, foros o redes sociales; o bien cuelgan la
novela y viven de la publicidad que existen en sus dominios informáticos. Como
sea, la cuestión es que ya no solamente incurren en el robo y en la piratería,
sino también en otros delitos como evasión de impuestos, etc.
2-La ignorancia
y el menosprecio al autor. Este motivo se resume en una falta total de protección
del Estado al mundo de la Cultura, no educando a los ciudadanos en la base de
que la Cultura es un bien que se debe proteger y valorar. Por tanto, los
autores son trabajadores con los mismos derechos y deberes que el resto de los
colectivos, siendo su trabajo debidamente respetado y remunerado. Los
escritores no somos personas ricas ni aburridas, ni tarados que vivimos en un
mundo irreal, ni fracasados que no valemos para nada, ni idiotas que necesitamos
bajar de las nubes. Somos trabajadores como lo son el panadero, el jardinero o
el ingeniero aeroespacial. Escribir es un trabajo especialmente duro y
desagradecido, en el que se deben invertir muchas horas y que necesita un
aprendizaje que dura toda una vida. Debido a la ignorancia que se tiene sobre
el mundo de la Cultura en todos sus ámbitos y el menosprecio general al autor,
resulta mucho más fácil (y sin tener por ello remordimientos) robar y piratear
el trabajo de personas a las que consideramos “vagos” o “raritos”. Falta mucha Educación
en España, por tanto, sin Educación es muy difícil valorar en su justa medida a
la Cultura y a las personas que la crean.
3-La ambición de
las grandes editoriales y la prostitución de la Cultura por parte del Estado. Mucha tela tiene
este apartado, pero ya creo que el anunciamiento lo deja bien claro. Es cierto
que los libros son muy caros, pero dejando de lado el precio, lo realmente malo
son las políticas editoriales de las grandes editoriales en España que buscan
monopolizar la literatura para sus fines económicos y comerciales.
Entendámonos, no es algo malo, de hecho es lícito intentar conseguir
beneficios, pero no a costa de encarecer tanto los libros que estos sean
inaccesibles para el lector, de destruir a la competencia y de no pagar al
autor su debido esfuerzo. Porque de los millones de euros que genera la
literatura en España, apenas nada llega al autor, verdadero artífice del
negocio y sin el cual no podría existir la literatura. No es excusa ni los elevados
impuestos ni la tasa del IVA, pues aún restando estos impuestos los precios de
los libros siguen siendo muy caros. Políticas erradas de autores por parte de
los editores y de cuidar ciertos géneros literarios denostando otros tampoco
ayuda a la comprensión del lector y su respeto por la Cultura. Si a esto le
sumamos que muchos autores se posicionan claramente no ya por una ideología
política, lo que no es malo, sino por un partido político poniendo además en
juego no solamente su ideología política sino arrogándose el derecho de hablar
por todo el mundo de la Cultura, tenemos claramente un rechazo del lector tanto
hacia ese autor o grupo de ellos como a la Cultura por entender que esta está
prostituida a uno o varios partidos políticos. Es otra buena excusa que lleva a
muchos lectores a piratear las obras de estos y todos los autores por meterlos
a todos el mismo saco, pagando justos por pecadores.
4-Las buenas
intenciones por parte de algunos lectores. Es uno de los motivos más
comunes a la hora de piratear libros, el de compartir su lectura. Son muchos
los lectores que compran y descargan un libro de forma legal, lo leen y le
gustan tanto que desean compartir ese libro con otros lectores. Algo así como
cuando prestamos nuestros libros de papel a un amigo. Pero la diferencia con el
papel es que el libro se lo prestas a un amigo, pero no a nadie más. En el
libro electrónico estos lectores lo cuelgan en sus blogs, páginas Web o foros
totalmente abiertos para todo el mundo, lo que genera que el libro esté
disponible no solamente para amigos sino para desconocidos. ¿Por qué pagar por
algo cuando está disponible gratis? Lo que es peor. Si en un dominio de
Internet las descargas de libros compartidos son numerosas, suelen surgir los
tiburones en forma de empresas de publicidad que se lucran con el esfuerzo y
sudor de los autores que NUNCA han dado su autorización para que su obra sea
colgada en una página en Internet. El camino al infierno está empedrado de
buenas intenciones.
Hay muchos más motivos, pero estos
son los más comunes a los que deben enfrentarse los escritores. Los he expuesto
para demostrar lo difícil que es poder luchar y controlar la piratería por
Internet.
Soluciones
utópicas
Para poder enfrentarse a este
fenómeno que va a más y que perjudica gravemente a los autores, hasta tal punto
que nos estamos encontrando ante una situación en la que cada vez son más los
escritores que se niegan a publicar sus obras por Internet, deberíamos tener en
cuenta que la principal baza se basa en una buena Educación impartida ya desde
el colegio. Un ciudadano educado y culto es un ciudadano que valora la Cultura
como lo que es: un bien y un privilegio que, por desgracia, no está al alcance
de todo el mundo. Si educamos al ciudadano con valores básicos y en base al
trabajo y al esfuerzo, ese ciudadano comprenderá entonces que la Cultura no es
algo que crece en los árboles y que detrás de ella existen personas que se
dejan la vida y sus sueños por poner al alcance de los demás las historias que
tanto se gustan de leer y aprender de ellas.
Por supuesto, la Justicia y una
buena protección de la Cultura, de los derechos de autor y del autor por parte
de un Estado y una Administración sensata y justa sería otro de los requisitos
indispensables. No se trata ni de imponer cánones (que ya hemos visto que nada
más que conducen a la corrupción), ni multas, ni de prohibir compartir la
información, sino de crear leyes, regulaciones y medidas adecuadas al mundo de
la literatura como existen en otros sectores laborales, como puede ser, por
ejemplo, el mundo de la industria o el comercio. Pero esto, aunque suene como
lo más lógico, no se cumple. Por tanto, pasemos a las soluciones más reales.
Como luchar
contra la piratería de libros en Internet
Lo primero, como nunca me canso de
escribir, es registrar todas nuestras obras (incluyendo relatos cortos o ideas
escritas en la servilleta del McDonald) en el Registro de Propiedad
Intelectual. Una vez hecho esto, podemos comenzar a colgar nuestros libros por
Internet siempre dejando claro que tanto los derechos de autor como de
publicación nos pertenecen. En caso que sea una editorial quien publique tu
libro, entonces los derechos de publicación pertenecerán a dicha editorial por
el tiempo estipulado en el contrato.
Después debes crear una alerta en
Google con tu nombre y el título de tu libro. Si tu novela se coloca en una
página Web pirata, Google Alert recogerá la mayoría de las menciones que se
realicen a su nombre o título de la obra, lo que te permitirá estar al tanto de
los manejos de tus novelas.
Ten un seguimiento de los lugares de
intercambio de archivos, para intentar encontrar tu libro en los lugares
piratas más conocidos.
Cuando colocas tu novela en una
página Web, asegúrate que exista la opción generar una notificación DMCA (Acta
digital del milenio para los derechos de autor) y enviar esa acta a todas
aquellas páginas que alojan una copia pirata de tu libro. En el caso de Amazon,
cuentan con una opción que no permite que un lector pueda pasar una copia del
libro a otra persona ni a otro dispositivo. Es conocido como DRM (Digital
rights management), un anticopy que incorporan los libros digitales y que al
parecer va a ser incorporado por todas las editoriales españolas. Existen
también otras formas como utilizar marcas de agua que solo puede ser quitadas
con un código que se te da cuando compras el libro y que solo vale para un
determinado dispositivo.
Si tu libro está en varias páginas
piratas, haz un listado de todas ellas y procura controlarlas, pues tu libro
suele ir de un sitio para otro en un intento de despistar. Envía ese listado a
tu editor para que tome las medidas oportunas.
¿Pero qué pasa si no tenemos editor
y publicamos por nuestra cuenta, como por ejemplo en Amazon? La verdad es que
el tema es complicado, porque la indefensión de los autores es casi total, pero
existen métodos. Si bien es cierto que si vamos a un juez a denunciar una
página pirata que publica sin nuestro permiso uno de nuestros libros, lo más
seguro es que no consigamos nada. Y si intentamos pagar un abogado
especializado en estas cuestiones, aparte de pagar mucho dinero, tampoco vamos
a ir a ningún sitio. La mejor solución es hacerse fuerte y para eso hay que
unirse a asociaciones de autores, editores, juristas, etc., que formen parte
del mundo de la Cultura y la Literatura. CEDRO es un buen ejemplo. La unión
hace la fuerza y este tipo de asociaciones se dedican a luchar contra la
piratería y por los derechos de autor, poniendo todos sus esfuerzos y recursos
en el empeño. Es una lucha larga y dificultosa, pero de cuando en cuando se
consiguen éxitos, aunque también fracasos. Pero son entidades que representan a
cientos, miles de autores y pueden luchar con un peso y una presión que un solo
escritor es incapaz de aportar.
También puedes unirte a otros
escritores y crear una asociación por tu cuenta o unirte a otras que ya estén
creadas. Existen muchas y las puedes crear con facilidad sobre todo a raíz de
las redes sociales. Aunque sea predicar en el desierto, intenta concienciar a
los lectores y a todas las personas a las que puedas, que tus obras son el
producto de tu trabajo y esfuerzo y que por tanto no es lícito robarte lo que
es tuyo por derecho. Esto lo puedes hacer a través de, por ejemplo, como yo
hago en mi blog con este tipo de artículos o defendiendo los derechos de autor
a ultranza. Gota a gota es como se forman los océanos.
Claro que siempre nos vamos a
encontrar con la pregunta del tipo. “¿Por qué pagar por un libro cuando lo
podemos descargar gratis?”. A esa pregunta se le puede responder con otra:
“¿Por qué pagar por un automóvil cuando lo puedo robar y me sale gratis?”. Y
para ambas preguntas doy esta respuesta: por respeto al esfuerzo del trabajador
y, en el caso que nos ocupa, por respeto a los derechos a la propiedad intelectual
de escritores y editores.
Consejos finales
Es inevitable que si te dedicas a
colgar libros por Internet te vas a encontrar, ojalá que no, con el problema de
la piratería. Si es una editorial quien va a publicar tus libros, cerciórate
que es una editorial seria que tenga una base legal. Existen muchas editoriales
piratas que se hacen pasar por legales pero que en realidad son páginas Web
piratas. Una editorial legal intentará poner todos los medios para que sus
libros no sean robados y pirateados.
Si vas a publicar por tu cuenta, por
ejemplo en Amazon, procura seguir los pasos que te he indicado y activar todos
los protocoles de seguridad que te encuentres. Lucha siempre por tus derechos y
por una justa retribución a tu trabajo. No hagas nada gratis al igual que
ningún otro trabajador lo hace. Si te encuentras una de tus obras colgada en
una página Web pirata o no, o en un foro, ponte en contacto con los
administradores de dichas páginas o foros y pídeles, con educación pero con
firmeza, que retiren tus obras. En caso de no hacerlo (lo más seguro que ni te
contesten pues suelen colocar correos falsos), procede a la demanda o a seguir
los consejos que te he ofrecido. Únete a redes sociales de otros autores y haz
grupo con ellos, la unión hace la fuerza.
No tengas miedo a colocar tus obras
en Internet. Es un medio de comunicación poderoso y una buena forma de darte a
conocer como autor a millones de potenciales lectores. Aunque lejos de ayudar
como en un principio se pensaba, Internet es un escaparate que hay que explotar
a tope. Cuando te topes con personas que utilizan tus obras sin tu permiso,
denúncialas por las redes sociales con suma virulencia y constancia. Es un
truco que suele funcionar, porque esta gente vive de pasar desapercibida.
La lucha contra la piratería de
libros es una tarea de todos. Una buena Educación es la mejor base para crear
una sociedad que respete y aprecie el esfuerzo de los autores. Escribe y
publica sin detenerte a pensar si te van a robar o no tus obras. Es un riesgo
que se debe correr, pero ya la vida misma es un gran riesgo. Suerte.
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