LA GÉNESIS DE…
MADRID ZOMBI
En España soy medio conocido (más
bien tirando a poco conocido) en mi carrera como escritor por dos sagas de
libros. Una de ellas es la dedicada a la temática militar, con libros de ensayo
y divulgación sobre la Primera y Segunda Guerras Mundiales, aunque en este caso
mi “fama” se constriñe a un selecto y reducido número de aficionados y
estudiosos de dichos conflictos. La otra es por la trilogía de novelas MADRID
ZOMBI. ¿Pero, qué me llevó a escribir estas novelas cuando soy un reconocido no
amante del género zombi? En esta entrada pretendo desvelar tan pavoroso
misterio.
El editor tiene una idea
Allá ya por el lejano año de 2010
(que no veas como pasa el tiempo), andaba yo escribiendo y trabajando para una
pequeña editorial situada en Madrid llamada Ediciones Medea (que luego cambió
el nombre a Stuka Ediciones hasta su cierre), principalmente en mis novelas
históricas o en la ucronía de LA SAGA DEL ÁGUILA, cuando un fenómeno televisivo
irrumpió con fuerza haciendo renacer un género. Me refiero a la serie
estadounidense “The walking dead”. Dicha serie retomaba el mito del zombi
bebiendo de su fuente original: la película de George A. Romero “La noche de
los muertos vivientes” estrenada en 1968. Aunque no se menciona en ningún
momento la palabra zombi, ya todos están de acuerdo en que esta fue la película
que inició el género zombi tal y como lo entendemos en la actualidad.
“The walking dead” supuso un hito en
este género, pues su éxito propició que salieran más películas y series de
zombis, así como atraer a un público que hasta entonces había sido reticente a
este tipo de películas. He de añadir que si bien anteriormente a la serie hubo
películas, cómics y series famosas, ninguna de ellas llegó a alcanzar el éxito
y la repercusión que obtuvo “The walking dead”.
Ante tal éxito, a mi editor de por
entonces, el inefable e incansable A. Márquez Periano, se le iluminó no una,
sino varias bombillas en la cabeza: había que aprovecharse del éxito de “The
walking dead”. Me llamó a su augusta presencia y me explicó que era necesario
que me involucrara en algún proyecto que implicara la presencia de zombis. A
eso repliqué que yo no era el más adecuado pues nunca me gustaron las pelis de
zombis. Mi editor no se inmutó ante mi respuesta e insistió, ya que, según él,
yo era el más indicado pues mi estilo “cinematográfico” y agilidad en los
diálogos me hacían idóneo para escribir novelas de zombis que atrajeran al gran
público. Además, si deseaba que se me siguieran publicando mis otros proyectos
no me quedaba más remedio que acatar los deseos supremos del gran líder, el
editor.
Ante semejante amenaza (nada sutil)
y bien engrasada mi conciencia y moral con algo de dinero contante y sonante,
me dispuse a emprender un nuevo proyecto literario del que no tenía ni malditas
ganas de realizar.
¿Qué demonios
escribo?
Mi primer obstáculo fue que
desconocía prácticamente todo sobre el mundo de los zombis. Sí, había visto “La
noche de los muertos vivientes”, pero más allá de parecerme algo graciosa nunca
me atrajo ni me pareció nada especial. Intenté acercarme a otras películas más
modernas, pero los zombis siempre me aburrieron. Por eso, en el momento de
comenzar a trabajar me vi en la obligación de documentarme sobre el mundo de
los muertos que se levantan para comerse a los vivos. Como no podía ser menos,
una de las primeras cosas que visioné fue “The walking dead”. He de reconocer
que la primera temporada de la serie me atrajo bastante. Me gustaba mucho la
visión apocalíptica en donde transcurría la acción, es decir, personas
intentando sobrevivir en un mundo plagado de zombis. Me pareció más interesante
eso que no lo de humanos intentando escapar de la recién creada epidemia zombi,
como era el caso de otras películas, tipo filmes de A. Romero. A pesar de todo,
para mi gusto, “The walking dead” decayó bastante en las siguientes temporadas
y creo que la dejé de ver en la cuarta o quinta temporada, ya no me acuerdo muy
bien. Y sobre el resto de series… pues me seguían sin convencer. Pero, tenía un
trabajo por hacer y al menos me había documentado.
No obstante, seguía en el mismo
dilema: no tenía ni idea de sobre que escribir. Vale, zombis, ¿pero cómo hago
una historia atractiva y sobre todo que sea un poco más original? Porque a
pesar de ver muchas pelis, series y leer cómics llegué a la conclusión de que
en realidad todo era más o menos igual. Las únicas diferencias que encontraba
eran en plan los zombis son lentos o rápidos, místicos o por contaminaciones
químicas, experimentos, humanos escapando de la epidemia, humanos sobreviviendo
tras la caída de la Humanidad, humanos enfrentados… ¿Cómo coger todo eso y
darle un toque un poco más original? No fue fácil, pero antes de llegar a
escribir MADRID ZOMBI tuve que enfrentarme a otras tareas.
Poco a poco Lobo
se me fue apareciendo en la imaginación
Ya hablaré de ello en otras
entradas, pero no está de más hacer constar que antes de ponerme a escribir
MADRID ZOMBI tuve que hacer frente a otras novelas. Mi editor, siempre ansioso
por novedades y seguir lo que estuviera de moda, me ayudó, al comprobar mis
apuros, a diseñar una historia de zombis. Antes, tuve que escribir VAMPIRUS, y
el lapso en el que estuve escribiendo esa novela me sirvió para que comenzaran
a llegar a la mente ciertas ideas relacionadas con los zombis.
Como he dicho, mi editor me puso
sobre la mesa algunos esbozos de argumentos de historias de zombis, pero eran
más bien historias algo alocadas, divertidas, sí, pero incoherentes
argumentalmente. Con todo, de ese conglomerado de historias surgió APOCALIPSIS
MAYA; CON ZOMBIS y ZOMBIRASSIC PARK. La primera novela fue una inspiración.
Recién acabado de terminar mi trilogía de novela histórica CRÓNICAS DE UN
CONQUISTADOR decidí aprovechar el impulso y crear una historia de zombis
ambientada en el siglo XVI, con zombis mayas, conquistadores, aventuras y mucho
humor negro. A mi editor le gustó, pero quería algo que se pareciera más a “The
walking dead”. APOCALIPSIS MAYA; CON ZOMBIS quedó aparcada y se tomó la
decisión editorial de publicarla tras la salida a la venta de esa novela de
zombis de la que todavía apenas poseía vagas ideas.
ZOMBIRASSIC PARK fue una locura de
novela escrita a medias con mi editor. Una feroz y sangrante sátira contra la
sociedad envuelta en humor absurdo, situaciones surrealistas y un parque
temático de dinosaurios clonados que se vuelven zombis (el parque estaba
situado en Sevilla y olé). Esta fue más bien una novela capricho de mi editor,
un proyecto personal producto de pasar muchos días encerrados en la editorial
intentando hallar argumentos para esa novela de zombis.
Tras terminar ZOMBIRASSIC PARK me
vino la inspiración. ¿Y si empleaba el humor? No tan satírico como ZOMBIRASSIC
PARK, sino más bien friki. ¿Y si el protagonista era un friki que hacía frente
al apocalipsis zombi? Pero no bastaba con ser un friki normal, debía ser
alguien lo suficientemente fuerte, osado, loco y con una personalidad tal que
lograra captar la atención de los lectores, puesto que el protagonista sería
quien cargara sobre sus espaldas el argumento de la novela.
Dicen que a Robert E. Howard se le
apareció Conan para exigirle que escribiera sus aventuras, y que Lovecraft,
tras una noche de insomnio, durante la cena y observando un plato de pescado no
muy cocinado tuvo la inspiración de crear sus entes primigenios. Pues bien, a
mi me bastó con mirarme al espejo para que de inmediato ese personaje que
buscaba viera la luz. Es decir, Lobo no es más que mi reflejo en el espejo.
¿Quién más friki que yo? ¿Quién posee años y años de experiencia en el mundo
del cine, los cómics, los Playmobil, el rol, los videojuegos…? ¿Quién sino yo
que ya era friki cuando ni siquiera esa palabra existía? ¿Y si le añadimos mi
experiencia militar? ¿Quién desde chico ha sentido la llamada del lobo? ¿El que
juega con Lobos Espaciales y su monstruo favorito es el hombre-lobo? ¿El qué
siente una especial atracción por la noche y la Luna, el hijo de la Loba
Romana? Ese soy yo: Lobo. Solo que Lobo hace cosas que yo no haría más que en
mis sueños, que va dos, tres pasos más allá y no tiene ataduras ni se rige por
más Ley que la que le dicte su conciencia y su moral.
A por la
historia
Una vez creado el personaje a partir
de mi mismo, pero dotándole de su propia personalidad, me enfrasqué en la tarea
de crear la historia. Como ya he explicado, lo que más me atrajo de “The
walking dead” fue el hecho de que los protagonistas malvivían en un mundo que
ya llevaba tiempo destruido y asolado por los zombis. Eso me parecía mucho más
atractivo que no escribir una historia desde el principio de la infestación.
También pensé que ya que escribía sobre zombis, monstruos no creados por mí,
debía ser lo más fiel posible a quien se le considera el padre de este género.
Es por eso que mis zombis son del corte clásico: lentos, apestosos y ajenos a
todo excepto a su eterna e insaciable hambre. A partir de aquí, fui metiendo
todo lo que consideraba que fuera necesario para crear una aventura original,
para dar esa vuelta de tornillo y presentar una historia que enganchara de
inmediato a los lectores.
¿Y por qué no mezclar varios géneros
en uno? En MADRID ZOMBI hay muchos más géneros de terror y CI-FI que el lector
pueda entender, lo que pasa es que esos pequeños homenajes están sutilmente
entremezclados con otros que sí son muy obvios. Por ejemplo, Lobo está claro
que es un friki de Conan, Star Trek, Star Wars, Marvel, etc., pero el mundo en
el que se mueve está ambientado en el mundo de la película “The Omega man” de
1971, dirigida por Boris Sagal e interpretada por Charlton Heston, que a su vez
está basada en la novela de Richard Matheson “Soy leyenda”. Esa película desde
crío siempre me fascinó, porque me hizo preguntarme un millón de veces que
haría yo de estar en la misma situación en la que se encontraba Robert Neville,
el personaje que interpretaba Heston. La respuesta a esa pregunta es Lobo. Y si
os fijáis, la casa, el cuartel general de Lobo no es más que un homenaje a
Robert Neville, al igual que la actitud cínica de Lobo, aunque mi personaje es
más loco y quizás más noble que el que interpretara Heston.
Como este tipo de anécdotas, las hay
a docenas en las tres partes de MADRID ZOMBI, algunas fáciles de localizar,
otras solo al alcance de aquellos que estén tan locos como yo o Lobo. Ya tenía
al personaje, ya tenía el universo y me faltaba el escenario. ¿Y qué mejor
escenario que la grandiosa ciudad de Madrid? La capital, el cruce de caminos,
el centro de la península, el kilometro cero, un monstruo de acero, cemento y
cristal que se extiende kilómetros cuadrados por la meseta, habitada por
millones y millones de personas. ¿Existe un escenario más de pesadilla que ese
en una infestación zombi?
No bastaba con esto, tenía que
seguir insistiendo en crear una historia diferente a las demás. Y fue entonces
cuando me vino aquello de “¿y por qué tiene que ser una historia de zombis?”.
Los zombis pueden ser la excusa perfecta para meter otro tipo de criaturas,
escenarios e historias tan terroríficas como la de la lucha contra los muertos
vivientes y otra nueva oportunidad de seguir insistiendo en esas deidades
conocidas como los Dioses Oscuros (sobre los Dioses Oscuros y mi obsesión por
hablar de ellos en muchos de mis relatos escribiré una entrada en el blog en un
cercano futuro). Dicho y hecho, y poco a poco fui creando el argumento de
MADRID ZOMBI.
Nunca pensé que
fuera a ser una trilogía
He de reconocer que cuando me puse a
escribir MADRID ZOMBI lo hice pensando que sería un único libro y ya. No se me
pasó por la cabeza que pudiera haber una segunda parte. Y aunque es verdad que
la historia no parece terminar, aquellos lectores que se hayan leído otros
libros míos me conocen lo suficiente para saber que soy un autor que no gusta
de explicar todo lo que pasa y que suelo dejar en ocasiones interrogantes y
enigmas sin resolver. ¿Acaso en la vida real sabemos lo que ocurre a nuestro
alrededor? ¿Somos conscientes de que prácticamente no nos enteramos de nada y
que hay enigmas, misterios, que jamás serán resueltos? Pues eso lo suelo llevar
a mis historias.
Desgraciadamente, cuando terminé de
escribir MADRID ZOMBI la editorial cerró por quiebra. Aunque se vendía (y mis
libros se vendían medianamente bien), una serie de malas decisiones por parte
de los editores, la crisis económica que golpeó bien fuerte y los impagos
constantes a los que la editorial se veía sometida cada dos por tres hicieron
inviable el proyecto y finalmente la editorial tuvo que cerrar. Me quedé
compuesto y sin publicar no solamente MADRID ZOMBI, sino también APOCALIPSIS
MAYA; CON ZOMBIS (y otras novelas).
Pasado un tiempo, y con esas novelas
en la mochila, decidí que ya que las tenía escritas debía intentar su
publicación en otras editorial. Moví MADRID ZOMBI por prácticamente casi todas
las editoriales de España y muchas de Latinoamérica, pero no tuve suerte. En
España nadie se molestó siquiera en valorarla, y en Latinoamérica aunque cinco
editoriales se interesaron por su publicación, las condiciones para ello eran
sencillamente demenciales y no quise embarcarme en dudosas aventuras.
Fue entonces cuando Amazon creó su
apartado editorial en Internet aceptando publicar todo tipo de novelas de todo
tipo de autores. Era mi oportunidad. Ya que nadie quería publicarla y Amazon al
menos se ofrecía, pues oye, probemos a ver qué tal. Al principio la novela no
tuvo apenas ventas. Tuvieron que pasar al menos seis meses hasta que el
promedio de ventas superó las diez descargas en un mes. He de añadir que en un
principio solo publicaba en Amazon en formato libro electrónico. Lo que ocurrió
para que las aventuras de Lobo despegaran fue que varios lectores hablaron bien
de la novela en foros de zombis o escribieron artículos donde destacaban mi
novela. El boca a boca fue fundamental y poco a poco MADRID ZOMBI comenzó a ser
conocida por los amantes del género zombi.
A raíz de esto, las ventas empezaron
a subir exponencialmente a medida que los comentarios y las críticas se fueron
sucediendo, comenzando entonces a ser viable la opción de sacar una segunda
aventura de Lobo. Hubo tres factores que me decidieron continuar con la
historia a pesar de mis reticencias a escribir sobre zombis.
Los fans
aprietan
Amazon creó un evento literario
dedicado a los autores independientes, sabedor que el fenómeno del autor
“indie” ha pegado fuerte entre los lectores. Muchos autores desconocidos han
pegado auténticos bombazos en cuanto a éxitos de ventas y han generado muchos
beneficios a Amazon como para no aprovechar el seguir impulsando su política de
publicar a autores independientes. Para fomentar sus ventas, dar a conocer a
los autores y convencer a otros que publicar con ellos es lo mejor, Amazon creó
un evento anual que se llama “Encuentro Amazon con autores independientes” y se
lleva a cabo una vez al año en una ciudad europea diferente. El I Encuentro fue
en Madrid y en él Amazon invitó a los autores “indies” que más venden o son más
conocidos. Para mi sorpresa, resulta que yo me encontraba entre esos autores, en
concreto, entre los cien que más venden (aunque ignoro cuál fue mi posición en
ese ranking de ventas; lo mismo el número cien…).
En el Encuentro conocí a otros
autores y charlé con gente de Amazon. Gente con experiencia en esto de vender,
la publicidad y la edición. Me sorprendió encontrar muchos autores del género
zombi, pero era lógico visto el tirón que tal género tiene (y eso que ahora
mismo se encuentra un poco estancado). Varios autores conocían mi novela y ya
ellos me pidieron que escribiera la segunda parte. También los de Amazon me
indicaron que sería bueno seguir adelante con MADRID ZOMBI; al fin y al cabo,
se trata de dar a los lectores lo que piden. Si has conseguido crear un núcleo
estable de lectores gracias a esa novela, el siguiente paso es conservar a ese
núcleo y no perderlo. Y la mejor forma de hacerlo es dándoles lo que quieren.
Además, también puedes conseguir que se interesen por el resto de tus obras.
Aparte de los consejos que recibí en
el Encuentro de Amazon, a mi correo y perfil de Facebook llegaron muchas
peticiones de lectores para que continuara con las aventuras de Lobo. Ruegos,
ideas, incluso amenazas, ja, ja, ja… todo eso me indicó que debía dejar de lado
mis gustos personales y deberme a los lectores.
Lobo se impone
Una vez decidido a continuar con las
andanzas de Lobo, pensé detenidamente en como seguir la historia planteada en
la primera parte. Había creado un mundo, mezclado varios géneros, ¿por qué no
ampliar ese universo con nuevos personajes y nuevas situaciones? ¿Por qué no ir
más allá? Y para eso no me bastaría una segunda parte, sino que iría a por la trilogía.
MADRID ZOMBI la planteé como el guion de una película. Prácticamente todos los
guiones se dividen en tres partes: presentación, desarrollo y final. Se les
llama actos, siendo el segundo acto normalmente el más importante cuanto que
debe enlazar el primer y el tercero de forma inteligente haciendo avanzar la
historia y atrayendo por completo la atención del espectador. Escribiría dos
partes más, siendo la segunda parte la confirmación del universo creado y la
tercera el explosivo final. Así, MADRID ZOMBI 2 y MADRID ZOMBI 3 fueron
pensadas como una misma historia, dividiéndose en dos por aquello de no hacer
un libro excesivamente extenso y porque una trilogía siempre es más molona.
Pensar con antelación el argumento de las dos partes me hizo poder trabajar
mejor en la historia sabiendo siempre a donde quería ir y lo que deseaba
plasmar, evitando incoherencias o el no saber luego a donde ir con la historia.
Claro que entre la segunda y tercera parte pasó tiempo, porque antes tuve que
escribir otras novelas, pero el tener ya el guion escrito y pensado hizo que
nunca se me olvidara hacia donde quería conducir a Lobo y a sus amigos.
Cuando ya terminé de escribir MADRID
ZOMBI 3 consideré que llegaba el momento de crear nuevas portadas (más chachis
y comerciales) y de sacar la opción de poder comprar los libros en formato
papel. El resultado hasta el momento ha sido muy bueno y los lectores han
reaccionado de forma muy positiva a la salida de la tercera parte. Soy
consciente de que a muchos lectores MADRID ZOMBI no les gusta. El mezclar su
género favorito con otros no es de su agrado, pero es normal. MADRID ZOMBI es una apuesta personal, Lobo es un personaje
muy peculiar aunque bebe de otros muchos y en ocasiones incluso es una copia
descarada de ellos, pero una vez creado posee su propia personalidad y “toma
sus decisiones” siendo yo el mero receptáculo de su voluntad, plasmando sus
pensamientos y aventuras en las páginas de los libros.
MADRID ZOMBI me ha superado. El
universo ha cobrado vida propia y se escapa de mi control. Sus personajes son
más grandes que la vida misma, arquetipos de nuestra sociedad. Son héroes con
pies de barro, anti-heroes en el mejor de los casos, villanos para nuestra
sociedad moderna o políticamente incorrectos, pero en el mundo en el que viven,
cruel, sucio y sangriento, son el modelo a seguir. Son personas que intentan
medrar en un entorno hostil plagado de horripilantes monstruos y hacerlo sin
perder su humanidad, enfrentados a duras pruebas. Lobo, que no era nadie en un
mundo normal, se revela como el líder capaz de llevar a todos al éxito. Es el
amigo que quieres, el hermano que te gustaría tener, el que esperas ver cuando
te encuentras en peligro y un enemigo que jamás querrías tener enfrente. Es
despiadado, pero no cruel, leal hasta la muerte y sigue un código del honor
personal que le sitúa por encima de prácticamente el resto de supervivientes.
MADRID ZOMBI es un mundo horrible, infestado
de zombis y contaminado por los Dioses Oscuros y sus enloquecidos seguidores,
pero Lobo y sus amigos van a patear sin piedad sus traseros. No lo dudes más y
sigue las aventuras de Lobo, Biong, Miko, César y Valeria. Y recuerda, Crom
insufla al nacer el poder de matar y morir; no le pidas más.
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