ENCUENTRAS TU NOVELA EN UNA PÁGINA PIRATA DE INTERNET. ¿QUÉ HACER EN ESTOS CASOS? EL PROBLEMA DE AMAZON.
Bienvenidos de nuevo a mi blog, y
perdonad el título largo de esta nueva entrada pero desde el principio quería
dejar muy claro de qué va la cuestión. En otras entradas similares ya he
tratado el tema de la piratería y la defensa de los derechos de autor y como
defenderse cuando te roban, plagian o publican tu obra sin tu permiso y
saltándose tus derechos de autor. Sin embargo, no está de más seguir
insistiendo con el tema sobre todo porque, por desgracia, este no es un
problema que se haya resuelto, al contrario, se ha agudizado con la
proliferación de páginas Web desde las cuales se pueden descargar libros de
forma gratuita sin el consentimiento de los autores.
La cuestión es que desde que
plataformas on-line (como es el caso de Amazon, por ejemplo) han dado la
oportunidad a los autores para autopublicarse, las páginas Web donde se
piratean libros han aumentado en número debido a la facilidad de poder
conseguir las obras, a la ambigüedad en muchos casos de las leyes antipiratas o
simplemente porque por parte de las autoridades competentes y de las personas
supuestamente encargadas de perseguir y luchar contra este fraude no llevan a
cabo de forma eficiente y responsable su tarea. Este último punto es el que más
se suele dar, y voy a poner por ejemplo a España.
En España sí existen leyes claras y
contundentes contra el robo de la propiedad intelectual, el plagio o la
piratería, el problema estriba en que no se ponen medios suficientes para
acabar con esto o bien los máximos responsables sencillamente son negligentes
en sus deberes. Es decir, encuentras tu novela en una página Web donde se
descarga de forma gratuita o pagando (sin que veas ni un euro por eso) y aunque
vayas a denunciar ante la Policía te encuentras con que los agentes no pueden
hacerse cargo de tu denuncia debido a la falta de personal o medios.
Normalmente, y puesto que no es un delito que implique cientos de miles de
euros por estafa o robo, te aconsejan que vayas a un abogado especializado en
estos casos, con lo que ello implica. Así que, la pregunta es obvia.
¿Qué hacer en
caso de que te roben tu obra?
Bien, como siempre digo, lo primero
que tienes que hacer es registrar tu novela en el Registro de la Propiedad
Intelectual. No es una garantía, pero es una prueba de que tu novela es tuya y
te pertenecen tus derechos. Tener registrada la novela es una increíble ayuda
en caso de que consigas llevar a juicio, pongamos por caso, al dueño de una de
estas páginas piratas.
Después debes crear una alerta en Google
con tu nombre y el título de tu libro. Si tu novela se coloca en una página Web
pirata, Google Alert recogerá la mayoría de las menciones que se realicen a su
nombre o título de la obra, lo que te permitirá estar al tanto de los manejos
de tus novelas.
Ten un
seguimiento de los lugares de intercambio de archivos, para intentar encontrar
tu libro en los lugares piratas más conocidos.
Cuando colocas tu novela en una página Web, asegúrate que exista la opción
generar una notificación DMCA (Acta digital del milenio para los derechos de
autor) y enviar esa acta a todas aquellas páginas que alojan una copia pirata
de tu libro. En el caso de Amazon, cuentan con una opción que no permite que un
lector pueda pasar una copia del libro a otra persona ni a otro dispositivo. Es
conocido como DRM (Digital rights management), un anticopy que incorporan los
libros digitales y que al parecer va a ser incorporado por todas las editoriales
españolas. Existen también otras formas como utilizar marcas de agua que solo
pueden ser quitadas con un código que se te da cuando compras el libro y que
solo vale para un determinado dispositivo.
Si tu libro está en varias páginas piratas, haz un listado de todas ellas y
procura controlarlas, pues tu libro suele ir de un sitio para otro en un
intento de despistar. Envía ese listado a tu editor para que tome las medidas
oportunas.
Intenta
pertenecer a asociaciones de autores y/o editores del tipo CEDRO. Estas
entidades cuentan con medios suficientes para atacar y eliminar páginas piratas
e incluso con abogados muy especializados (aunque tendrás que pagar por sus
honorarios pero siempre CEDRO te aconseja que hacer y tampoco te deja desamparado).
El pertenecer a una asociación ayuda mucho, pues no es lo mismo la denuncia de
una persona que la denuncia de una entidad que represente a miles de autores y
editores.
Cuando
encuentres una de tus novelas en una página sin tu permiso, ponte en contacto
con dicha página e informales de que tu novela no puede estar ahí. En muchas
ocasiones estas páginas están llevadas por aficionados a la lectura que lo único
que quieren es compartir sus libros favoritos con otros lectores. Y si es así,
lo normal es que atiendan tu solicitud y quiten de inmediato tu libro.
Si no
puedes ponerte en contacto con las personas de la página es porque es una
página pirata, y si ya cobran por la descarga de tu obra, entonces debes acudir
bien a la asociación en la que estés registrado o bien a la Policía aunque
creas que no va a servir de nada. Si la cosa va de mucho dinero y puedes
asumirlo, lo mejor es ir a un abogado especializado. Ahora bien, si puedes
ponerte en contacto con quien lleve esa página, aclárale que está cometiendo un
delito y que tomarás las medidas adecuadas en caso de que no quite de inmediato
tu obra. Si con esas sigue sin quitarla, entonces haz lo dicho anteriormente.
CEDRO para este problema es muy eficiente, pues de forma legal consigue cerrar
mediante imposición judicial estas páginas, además de que por su nombre y peso
como entidad suele impresionar a las personas que crean estas páginas Web
piratas.
Denuncia
en redes sociales, y cuanto más barullo armes mejor, lo que te está pasando,
indicando que página y que personas son las que te están robando y utilizando
tu obra. A estas personas no les gusta verse señaladas tan abiertamente a pesar
de que estén en Internet.
El problema Amazon
Esta
entrada quiere profundizar un poco más en el asunto de Amazon y los problemas
legales que en ocasiones varios autores han tenido con esta plataforma digital
(yo incluido). Hay que aclarar dos cosas: una es que Amazon posee herramientas
para impedir que tu obra, una vez publicada y con DRM anticopy activado, sea
descargada de forma ilícita. Dos, que Amazon está para ganar dinero, no para
atender los problemas de los autores, y mucho menos de los autores que se
autopublican. Me explico.
Si bien Amazon impedirá por todos
los medios que tu obra sea descargada de forma ilegal, una vez que ha sido
robada se lava totalmente las manos y no desea saber más del asunto, hasta el
punto que no en pocas ocasiones se ha puesto a favor del pirata que tiene la
obra de forma ilegal en su página y en contra del autor que es el dueño
legítimo de la obra. Amazon no quiere problemas legales, y en su mente
empresarial solo atiende a los derechos de publicación, no de autor, y esta
diferencia es la que explica su política, totalmente errada en mi opinión.
Voy a poner dos claros ejemplos y
sus soluciones. Estos dos ejemplos, a través de los contactos con otros
autores, son los más frecuentes con Amazon, y su solución puede ser o bien
sencilla, o bien convertirse en un infierno para el autor. El primer caso me
ocurrió hace años.
Amazon no
reconoce los derechos de autor
Hace años (como ya conté en otras
entradas) publiqué varios libros con una editorial. Esa editorial puso esos
libros en formato libro electrónico a la venta en Amazon con su sello
editorial. La editorial terminó por quebrar y se fue al cierre. En el caos que
vino a continuación, el editor quiso anular todas las obras publicadas en
Amazon en formato digital encontrándose con que no pudo hacerlo porque perdió las
contraseñas y puesto que Amazon no puso las cosas fáciles el asunto se dejó
correr y el tiempo fue pasando; aclarar que yo no sabía nada de esto.
Cuando años más adelante quise
publicar con Amazon varias de mis novelas, me encontré con que Amazon no me
dejaba publicarlas porque ya estaban publicadas con el nombre de la editorial.
Me puse en contacto con Amazon y les expliqué que dicha editorial ya no existía
y que cuando una editorial quiebra y desaparece automáticamente los derechos de
publicación vuelven al autor. Amazon no me dio la razón. Seguía empeñado en que
no podía publicar y que para hacerlo necesitaba el permiso del editor o
editorial y no atendiendo al hecho de que ambos ya no existían; demencial.
Envié fotocopias del Registro de la Propiedad Intelectual donde se demostraba
que las obras eran mías, fotocopias de los contratos de publicación donde
incidía en las clausulas que indicaban que a los cinco años, si la editorial no
seguía publicando o desaparecía, los derechos de publicación volvían a mí.
Amazon siguió sin darme la razón, aduciendo tercamente que no podía publicar
sin el permiso de una editorial que ya no existía. Llamar estúpidos a lo que
estén en el departamento de Amazon correspondiente a estos temas es, quizás,
pasarse un poco, así que me limitaré a llamarlos idiotas, que como todo el
mundo sabe viene del griego ιδιωτης (idiotes), que significa
aquel que no se interesa por los asuntos públicos sino privados o que está
fuera de la realidad.
Pude
solucionar el problema gracias a que me puse en contacto con el editor y firmar
una transferencia de derechos de publicación de la persona del editor a mi
persona como autor (estos modelos de derechos y transferencias los puedes
encontrar por Internet). Fin del problema. La cuestión es que hubiera pasado si
no hubiera podido encontrar a mi antiguo editor (que se fue a vivir a Francia,
pero menos mal que no perdimos el contacto ni yo su correo electrónico). Esto
que os he ejemplificado es mucho más común de lo que creéis. Ahora, vamos con
el segundo ejemplo.
Amazon se lava
las manos siempre
Una
autora decide publicar su novela en Amazon y se encuentra con que Amazon le
niega la publicación. ¿Por qué? Pues porque Amazon encuentra que esa obra ya
está colgada en una página Web de la que la autora ni tan siquiera conocía su
existencia. Evidentemente, esa página Web es una página pirata que ha robado la
obra y la está publicando sin el permiso de la autora y saltándose la Ley.
Cuando la autora escribe a Amazon y le pide que le diga que página es esa,
Amazon se niega y no solamente no da la dirección de la página pirata a la
autora, sino que encima amenaza a la misma con posibles consecuencias
judiciales. Como podéis comprobar, en este caso Amazon se coloca del lado de
los que se están saltando la Ley.
La
autora se muestra impotente, pues no comprende que Amazon no le ayude y en
cambio se posicione a favor de la página pirata. Esto es así, porque como ya he
dicho, Amazon no distingue entre derechos de autor y derechos de publicación, y
entiende que si una obra ya está publicada en una página Web o en una editorial
el autor, dueño de la obra, no tiene ningún derecho sobre ella; aunque en
realidad su obra haya sido robada. Amazon no quiere complicaciones con los
derechos de autor, se lava las manos porque lo que no desea es que se le lleva
a juicio por esos temas y se muestra implacable con los presuntos autores que
se saltan los derechos de publicación, aunque se den casos como los que os
estoy narrando (e insisto, más a menudo de lo que creéis). ¿Cómo se solucionó
este problema? La autora logró encontrar la página pirata, se puso en contacto
con sus dueños y les indicó que no podían tener su obra ahí, luego se puso en
contacto con CEDRO y a continuación escribió a Amazon.com, en inglés, puesto
que Amazon.es decidió no ayudar ni solucionar el problema. Y aquí os dejo el
siguiente consejo para estos problemas con Amazon.
En
primera instancia, poneros en contacto con Amazon.es. No suele servir de mucho,
e ignoro porque, pero hay que hacerlo. Si no os hacen caso o no os ayudan,
entonces poneros en contacto con Amazon.com explicando que la sección de
Amazon.es no os ayuda. Amazon.com es mucho mejor y suele solucionar estos
problemas, y es debido, quizás, a que en el mercado anglosajón literario se
toman muy en serio las cuestiones de los derechos de los autores, no como en el
mercado literario hispano parlante donde los atropellos, abusos y robos de
autorías están a la orden del día.
Conclusión
Llevo
años publicando con Amazon, y si las cosas van bien no tienes problemas con
ellos y puedes beneficiarte de sus promociones y su profesionalidad en ese
sentido. Ahora, como las cosas vayan mal prepárate a sufrir tal y como has
podido comprobar con los ejemplos que he expuesto. No me malinterpretéis,
Amazon no es la peor editorial, ni es que sean seres malvados que deseen
fastidiar a los autores, simplemente es una megaempresa que únicamente vela por
sus intereses, más o menos como hace casi todo el mundo.
Esto
lleva a que muchos autores se replanteen si merece la pena autopublicarse bien
por estos portales o bien por páginas Web llevados por el temor de ver como sus
obras son robadas o pirateadas. Bien, no os voy a decir lo que tenéis que
hacer, pero si seguís desde hace tiempo mi blog os habréis dado cuenta que
siempre digo lo mismo. La Vida es riesgo, y el que no arriesga nada gana. Si
publicáis tenéis que tener en cuenta que es más que seguro que descarguen de
forma ilegal vuestras obras y las coloquen por ahí sin vuestro permiso, esto es
así y hay que asumirlo, lo que no significa que os resignéis, sino que debéis
luchar para impedirlo o una vez que se ha hecho solucionarlo. No estáis solos
en la lucha, podéis uniros a asociaciones y entidades, a foros, pedir ayuda,
exponer el problema en las redes sociales, denunciar a los infractores, moveos
y seguro que conseguiréis solucionar la cuestión aunque al principio os parezca
tarea imposible.
Dura
es la vida del escritor, pero si conoces al enemigo, tienes muchas
posibilidades de vencerlo. Hasta la próxima.