¿CUÁNDO
SE ACENTÚAN PORQUE, POR QUÉ,
PORQUÉ, POR QUE?
Vamos
a tratar en esta entrada del blog de otra de esas cuestiones gramaticales que
vuelven locos a estudiantes, escritores y, en general, a todo aquella persona
que le gusta tanto leer como escribir. Es la respuesta al interrogante de
cuando se acentúa la terrible palabra de porque en sus variantes de junta o
separada y con tilde o sin tilde. Sé que esto ha quitado el sueño a muchos y es
motivo de suspenso en exámenes pues la no correcta utilización de esta palabreja
(pensada para torturar a los pobres mortales) es una falta de ortografía grave.
Y muchos escritores han visto frustrados sus posibilidades de publicar su obra
cuando el editor ha descubierto que no sabe utilizar correctamente la dichosa
palabra. Tranquilos, vamos a abordar el problema con sencillez y utilizando
ejemplos para dar mayor fuerza a las explicaciones.
Por
qué
Son
dos palabras y con tilde diacrítica en “qué”, que es tónico y sirve para
distinguirlos de otros “que” que en la oración carecen de acento prosódico.
Esto suena a formula de aguarrás o mejunje alquímico, pero vamos a resumirlo
diciendo que “por qué” se emplea en las frases interrogantes y en oraciones
interrogantes indirectas donde no aparezcan los signos de interrogación.
—¿Por qué no te vas de viaje?
—¿Por qué no te compras ese cómic?
—Ignoro por qué no te vas de viaje.
—No sé por qué no te compras ese cómic.
También
se utiliza “por qué” en frases de exclamación:
—¡Por qué no me iré de viaje!
—¡Por qué no me compré ese cómic!
Por
que
Esta
es la fórmula que menos se utiliza, se escribe en dos palabras y sin tilde,
pero dado que aparece en muy contados casos y además se puede sustituir por
otras palabras, es muy difícil que os encontréis con ella. No obstante, es
conveniente conocer sus reglas.
1-La combinación
de la preposición “por” y el pronombre relativo “que” pueden sustituirse por el
cual, la cual, los cuales, las cuales, o incluso intercalar un artículo (el,
la, los, las).
—La ventana por que entraron a robar
estaba rota.
—La ventana por la cual entraron a robar
estaba rota.
—La ventana por la que entraron a robar
estaba rota
2-Tenemos el caso
de una preposición regida por un verbo a la que le sigue una conjunción. No se
puede fundir la palabra porque la preposición depende del verbo:
—El dependiente de la tienda de cómics
se preocupó por que el producto se distribuyera correctamente.
Lee
en voz alta la frase y ahora lee la siguiente frase.
—El dependiente de la tienda de cómics
se preocupó porque el producto se distribuyera correctamente.
¿Notas
el sutil pero importante cambio en la frase? En la primera el dependiente se
preocupa de que el producto se distribuya correctamente y hace un esfuerzo para
que todo salga bien, pero en la segunda frase lo que le preocupa es que
precisamente el producto se distribuya correctamente ya que no es su intención
que todo salga bien.
3-La preposición
también puede depender de un sustantivo o incluso de un adjetivo:
—El dependiente muestra su interés por
que los colores del cómic salgan de la forma correcta en la edición de lujo.
4-Existe un caso
especial que admite la grafía en dos palabras o en una, pero siempre sin acento
y cuando la secuencia tiene valor final. O sea, para indicar un “para qué”:
—Pediré por que los colores estén bien
(para que estén bien)
—Pediré porque los colores estén bien
(para que estén bien)
Porque
Se
escribe junto y sin tilde porque en el ochenta por ciento de los casos no es
más que la respuesta a una pregunta que contiene un “¿por qué?”.
—¿Por qué no te has comprado el cómic? Porque
no me ha dado la gana.
Pero
nos podemos encontrar con el caso de que no haya pregunta, pero siempre que se
utilice como respuesta se escribe junto y sin tilde ya que no es más que la
lógica consecuencia casual de una hipotética pregunta. Si podemos buscar un
“¿por qué?” a nuestra oración entonces ese “porque” se escribe junto y sin
tilde.
—No lo compré porque no quise.
En
muchos casos el “porque” se puede sustituir por puesto que, dado que, ya que,
como, pues, a causa de, por la razón de qué…
—No lo compré ya que no quise.
—No lo compré pues no quise.
Porqué
Junto
y con tilde, es el más fácil de detectar pues siempre lleva un artículo
delante, ya que es una palabra aguda que termina en vocal, un sustantivo que
procede de la lexicalización de la secuencia interrogativa. Además, también es
fácil de detectar pues este “porque” se puede sustituir por motivo, causa o
razones.
—Cuando pienso en el porqué de los
errores, más me alegro de no comprar el cómic.
—Cuando pienso en el motivo de los
errores, más me alegro de no comprar el cómic.
—Cuéntame el porqué de no comprar el
cómic.
—Cuéntame la razón de no comprar el
cómic.
Y
hasta aquí hemos llegado. Supongo que a estas alturas ya tendrás claro la
correcta utilización del “porque”, “por qué”, “por que” y “porqué”. Un saludo y
hasta la próxima entrada.
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