NO SE VENDEN NI
SE LEEN LIBROS EN ESPAÑA, CURSO 2014-2015
En esta nueva entrada vamos a
abordar, otra vez, el problema que tiene el mundo de la literatura en España.
Un problema que se lleva arrastrando desde hace muchos años incluso bastante
antes de la tan famosa crisis que, por supuesto, también está afectando al
mundo de la literatura. Y dicho problema no es más ni menos que ni se venden ni
se leen libros en España; al menos, no en las cantidades suficientes y muy
alejados los españoles en cuanto a cifras de los países de nuestro entorno
europeo.
El mundo de la literatura se
sustenta en tres pilares: los escritores o autores, los editores o empresarios
y los libreros o los comercios donde se vendan libros. De estos tres pilares,
el más importante y el único sin el cual los otros dos no podrían sostener el
edificio de la literatura es el de los escritores. Paradójicamente, es el pilar
peor protegido y pagado y el más vulnerable ante los malos datos tanto de
ventas como de lectura.
Esta entrada es la actualización a
otra que ya pusiera hace tiempo, a la cual puedes acceder pinchando AQUÍ y que
te servirá como perfecta introducción para esta. Lamentablemente, tal y como
vaticiné en el final de aquella entrada, la situación no ha mejorado.
¿Por qué
escribir este tipo de entradas?
Básicamente para llamar la atención
sobre un gran problema, que es la analfabetización de la sociedad española. Si
bien prácticamente toda la población de España sabe leer, ya la OCDE lleva años
advirtiendo que los españoles nos encontramos a la cola en comprensión lectora,
y que los índices de lectura y sus hábitos son de los más bajos de Europa. Es
necesario dar un toque para que este problema comience a ser tratado de
inmediato pues se corre el riesgo de que España se convierta en un país
atrasado culturalmente (de hecho, ya lo es si lo comparamos con las medias de
otros países europeos).
El informe del año 2014 de la OCDE
es demoledor en sus cifras y estudios. Dicho estudio está realizado con la
población de entre 16 y 65 años, notándose un cambio en la tendencia de que son
ahora los más jóvenes quienes leen menos y comprenden peor lo leído. El 27% de
los lectores españoles solo puede leer un texto corto y comprenderlo en su
totalidad, perdiéndose casi de inmediato en una lectura más larga y algo más
compleja como puede ser “El Quijote”, por ejemplo. Dentro del informe de la
OCDE nos encontramos el estudio PIACC, una especie de PISA para adultos, que
informa que la población española entre los 16 y 65 años obtiene una puntuación
de comprensión lectora de 252 puntos, 21 por debajo de la media de la OCDE y 19
por debajo de la Unión Europea. Solamente un 5% de los lectores obtienen una
media alta, es decir, nivel cuatro o cinco. Destaca, para mal, que el 50% de
los universitarios no son capaces de pasar del nivel tres. De hecho, la comprensión
lectora de los universitarios españoles es de las peores de Europa.
Respecto a las diferencias entre
adultos y jóvenes, las personas entre 55 y 65 años obtienen peores resultados
que las personas entre 16 y 24, aunque ya se viene demostrando que esta tendencia
cada año va cambiando. Con todo, los resultados de las personas entre 16 y 24
son también de los peores en Europa. No muchos mejores son los resultados que
dicen que estudiantes de FP Grado Medio o Bachiller de países como Japón,
Suecia o Países Bajos entre otros, tienen mucha mejor nota que los
universitarios españoles.
Las conclusiones de este y otros
estudios similares son muy concisas: la Educación en España es sencillamente
mala y no se fomenta la lectura ni el estudio de asignaturas especialmente
básicas para formar al estudiante. Respecto a las personas mayores, no existen
prácticamente medidas para reinsertarlas al mundo de la cultura, especialmente
si se encuentran en el paro, ni tampoco se fomenta la lectura ni existe una
clara preocupación por este sector de la población en este problema en
concreto. También destaca el informe la ausencia de una política cultural que
premie el esfuerzo y el trabajo y de medidas encaminadas a fomentar la lectura
entre los estudiantes dependiendo del nivel educativo en el que se encuentren.
Así pues, se crea un círculo vicioso, comenta el informe, donde el estudiante
apenas lee mientras se encuentra educándose y sencillamente abandona la lectura
cuando se incorpora al mundo laboral. Si se encuentra en el paro la lectura no
estaría dentro de sus prioridades y en su vejez ya sería algo prácticamente
insólito, no dando ejemplo a las generaciones venideras que, sencillamente,
leen menos que las anteriores.
¿Realmente se
venden tantos libros en España como nos quieren hacer creer?
La respuesta es un contundente no.
Como ya he comentado en otras entradas, las editoriales suelen utilizar muchas
argucias para inflar las ventas o sencillamente mienten. Una de las tácticas
más utilizadas es emplear las cifras de distribución de ejemplares de una
novela como si fueran cifras de venta. De esta forma, en ocasiones nos
encontramos una editorial que afirma que una novela de uno de sus autores
punteros ha vendido 250.000 ejemplares cuando en realidad lo que han distribuido
son precisamente 250.000 que no significa necesariamente que se hayan vendido.
Veamos estas cifras. Los tres libros
más vendidos del año 2014 fueron los siguientes:
-“Yo
fui a EGB” de Javier Ikaz y Jorge Díaz, con más de 110.000 ejemplares.
-“El
juego de Ripper”, de Isabel Allende con algo más de 90.000 ejemplares.
-“Dispara,
yo ya estoy muerto”, de Julia Navarro con 85.000 ejemplares.
Estas cifras son las más cercanas,
puesto que es muy difícil poder precisar con exactitud el número exacto debido
al mutismo de las editoriales sobre el asunto y a la tendencia que tienen a
inflar, manipular o tergiversar las cifras. Pero estos números son obtenidos
por la Federación de Gremios de Editores y sus Análisis anuales del Mercado del
Libro en España. Por tanto, son las cifras más fiables. Estos mismos análisis
nos dicen que la venta de libros en grandes superficies, como en el FNAC o El
Corte Inglés, ha descendido un 30% en el periodo que va desde 2012 hasta 2014.
Como podemos comprobar por las
cifras de los tres libros más vendidos en 2014, las ventas no son realmente
espectaculares teniendo en cuenta que la población de España se cuenta por
millones. No les quiero engañar, son buenas cifras, pero no comparadas con las
ventas en otros países de nuestro entorno, sobre todo en el mercado anglosajón
o franco parlante. La bajada de ventas de libros en España durante el año 2014
fue del 14% y las pérdidas anuales de 300 millones de euros.
Esta masiva pérdida tanto de ventas
como de millones de euros se traduce en dos preocupantes aspectos: uno es la
caída libre de lectores y otro el cierre de editoriales y librerías. Solamente
en el año 2014 cerraron 912 librerías, a un ritmo de 2,5 por día, casi el doble
que el año anterior. Un informe presentado por la Confederación Española de
Gremios y Asociaciones de Libreros (CEGAL) presentó un panorama crítico para
2015 y aún peor para el 2016. Destacar que si en años anteriores las grandes
perjudicadas fueron las librerías pequeñas, a partir del 2013 y especialmente
en 2014 son las grandes superficies y las grandes librerías las que más han
sufrido el descenso de las ventas de los libros, con una caída en la
facturación del 18%, pasando de facturar 870 millones de euros a 707 millones
anuales. Es normal que las más afectadas sean las grandes librerías puesto que
las pequeñas y medianas casi han desaparecido del mercado.
La venta de
libros de literatura se desploma
El período comprendido entre los
años 2008 y 2013 fue crítico para el sector de la literatura, pues hubo una
caída acumulada en las ventas que supuso la pérdida de casi mil millones de
euros en facturación (casi un 40%). No obstante, en 2014 se observó un repunte
significativo del 0,6% en las ventas que hizo pensar que tal vez lo peor de la
crisis en el mundo de la literatura había pasado. Pero ese repunte de ventas se
debió al incremento de las mismas en libros de texto (un 3%), que representa el
34% de la cuota del mercado, del 3,1% en literatura para niños y jóvenes (12,5%
del mercado) y del 2,7% de obras de Ciencias Sociales y Humanidades (10,8%).
Estas cifras han sido facilitadas por la Federación de Gremios de Editores de
España (FGEE).
Estas cifras que pueden suponer una
buena noticia no lo son tanto si profundizamos un poco en la situación. Lo que
ha cambiado es la tendencia del mercado y la prioridad de los compradores. El
descenso de las ventas de libros de literatura es acusado y no tiene trazas de
que vaya a mejorar en 2015. Además del factor económico que obliga a la gente a
no gastarse dinero comprando novelas, existe la necesidad de comprar libros
educativos que son prioritarios frente a los libros que son por “placer”. Se
suma también la fuerte competencia del mundo digital. La peor parada ha sido la
novela, que sumó 447 millones de euros en ventas, 150 menos que en periodos
anteriores. ¿Qué géneros son los peores parados?
La erótica bajó sus ventas en un
78,2%, la romántica en un 34%, la ciencia ficción y terror en un 19% y la
policiaca un 12,9% menos. Las que mejor soportaron la crisis fueron las obras
clásicas, con un descenso del 7,2%, y las contemporáneas, con un 0,4%.
Estas cifras de facturación, más el
cierre de librerías y editoriales, confirman un panorama desolador y una
terrible realidad: ha desaparecido la cuarta parte del mercado. Una
desaparición de lectores que, visto el panorama educativo, social y político del
momento, es muy difícil que se pueda recuperar a corto y medio plazo.
Todos estos informes también
confirman el fracaso de las políticas editoriales de las grandes editoriales
españolas en estos últimos cinco años, que se basaban prácticamente en sacar
muchas novedades para estimular el consumo, apostar por unos pocos y
consagrados autores (relegando al ostracismo al resto de autores, sobre todo
noveles y desconocidos) e intentar monopolizar el mercado a costa de arrasar y
crear competencia desleal con el resto de editoriales, sobre todo pequeñas y
medianas. Otro dato del informe de 2014 constata que se imprimieron setenta y
tres millones de libros que no se vendieron, por lo que su destino final fue la
trituración, los saldos o regalos (estos ejemplares, aunque sean destruidos o
regalados, también algunas editoriales los suelen colar en “ejemplares
vendidos”). Lejos de aprender de los errores, muchas editoriales han creado
nuevos sellos para aumentar la oferta de títulos (con más variedad de temas y
autores), pero sin abrir la puerta a nuevos talentos o autores noveles. Ya
desde 2012 se viene notando en España una lenta pero constante caída de ventas
en novelas de autores de best-sellers, autores que fueron los que consiguieron
sacar adelante las cuentas de las grandes editoriales ante el fracaso de ventas
de otros títulos. Ya no es así. En la lista de los diez libros más vendidos en
2014 nos encontramos con que E. L. James (“Cincuenta sombras de Grey”) se
encuentra en el noveno puesto sin llegar tan siquiera a los 60.000 ejemplares
vendidos. Pilar Urbano, otra autora que en su día fuera un éxito en cuanto a
ventas, está en el puesto diez (“La gran desmemoria”) sin llegar a los 50.000
ejemplares. Y esto teniendo en cuenta que estas autoras han sido constantemente
ayudadas por sus editoriales con publicidad, promociones y todo tipo de actos y
eventos para dar a conocer sus libros. Otros autores, como Dan Brown o Ken
Follett ni tan siquiera aparecen entre los veinte más vendidos.
La geografía actual de la venta de
novelas en España tras un 30,4% del descenso de la facturación demuestra a las
claras que las editoriales no terminan de comprender la evolución del panorama
literario ni entender tampoco el abandono de los lectores. La otra gran caída
espectacular nos la encontramos en los libros de bolsillo, con una pérdida de
nada menos que del 40% de facturación (103 millones frente a los 176,6 de
2013), una caída que se suma a la de los anteriores cuatro años con un total
del 30% en su apartado global. Un dato muy curioso de este fenómeno que quizás
nos pueda dar una pista del porque del fracaso de la novela de bolsillo en
España lo tenemos en que la media del precio de un libro de bolsillo en España
es la más alta de toda Europa, y que a la vez que descendían las ventas de los
libros de bolsillo su precio iba aumentando.
Paradójicamente, la producción
editorial en otras lenguas del Estado no ha dejado de aumentar. Mientras que en
español han descendido drásticamente por la falta de ventas, en catalán se
editaron en 2014 10.850 títulos (5,7% más que en el ejercicio anterior), en
euskera 1.696 (88,6% más) y en gallego 1.881 (7,7% más). No obstante, como ya
se ha demostrado, el aumento de títulos no ha significado un aumento en ventas,
y gran parte, por no decir la inmensa mayoría de los libros publicados en las
otras lenguas oficiales del Estado, han terminado engrosando los setenta y tres
millones de libros no vendidos. En Cataluña, por ejemplo, es bien conocida la
existencia de decenas de miles de libros en catalán pudriéndose en salas y sótanos
de edificios administrativos a la espera de tomar una decisión sobre su
destino.
En palabras de Daniel Fernández,
presidente de la Federación de Gremios de Editores en España respecto a la
desaparición de lectores y la caída de las ventas: “una de las principales razones se debe al todavía bajo índice de
lectura de los españoles y que la
enseñanza de las Humanidades no ha sido una prioridad de los diferentes
Gobiernos”. A esto se podría añadir la evidente politización de la
enseñanza pública tanto por parte del Estado central como de los gobiernos autonómicos
(sobre todo en Cataluña) y a la pobreza intelectual y cultural de una sociedad
que, teniendo todo a mano, ha elegido libremente dejar de lado la literatura.
En opinión del célebre autor Arturo Pérez-Reverte, miembro de la Real Academia
Española desde 2003: “la excusa de la
crisis no es válida para justificar el analfabetismo de la sociedad española.
El que no lee es porque no quiere, porque existen miles de bibliotecas
públicas, millones de libros que son regalados o saldados y cientos de
oportunidades de leer y aprender sin necesidad de gastar ni un euro. Es más
fácil dejar que otros piensen por ti y te digan lo que debes hacer y leer que
esforzarte por aprender y forjar tu propia opinión”.
¿Es el libro
electrónico la solución?
Lo que parecía la panacea ha
resultado ser otra nueva pesadilla, en especial para los autores, aunque de
esto ya trataré en profundidad en otra entrada, vamos a centrarnos en la venta
de libros electrónicos o, como también se les llama, eBook. Si bien tanto en
2012 como en 2013 las ventas de libros electrónicos se estancaron, el año 2013
las ventas aumentaron en un 35% representando el 5% de la cuota del mercado.
Las materias que más se vendieron en este género fueron las siguientes: Ciencias
Sociales y Humanidades 22,4%, Derecho y Ciencias Económicas 41,9%, texto no
universitario 22,4% y novela 15,6%. De nuevo, nos encontramos con que la novela
se encuentra en último lugar y que las ventas se ciñen a géneros de uso
“obligatorio”. Es decir, si no fuera necesario comprarse esos libros porque no
hicieran falta, comprobaríamos que sencillamente leer en España no se encuentra
entre las primeras actividades culturales y lúdicas de los ciudadanos.
De todas formas, la vicepresidenta
de la FGEE, Rosalina Díaz, ha señalado que el libro electrónico “aún es un mercado embrionario” que se
sigue desarrollando y que en España está tardando en implantarse. Mientras que
en países como Estados Unidos las ventas de libros electrónicos suponen un 25%
del total, en España en su máximo auge alcanzamos el 8,1%, paradójicamente por
delante de países como Francia y Alemania y solamente por detrás de Reino Unido
(no confundir con las cifras en libros de papel donde ocupamos los últimos
lugares). Pero las cifras en el terreno de Internet son muy difíciles de
precisar y cotejar, pues el mercado no está todavía regulado del todo. Podemos
poner por ejemplo que el número de registros de obras en el ISBN en libros
electrónicos no deja de caer desde 2012, pero eso no significa que no publiquen
más libros electrónicos puestos que portales como Amazon, por ejemplo, permiten
inscribir libros sin necesidad de tener un ISBN por la obra (ISBN, por cierto,
que para muchos autores no es más que otra tasa a pagar que perjudica gravemente
al autor y al editor). Así, nos encontramos con que dentro de las obras más
vendidas en Amazon, al menos el 40% son libros autoeditados que no poseen ISBN.
Pero es en el libro electrónico
donde nos encontramos el mayor problema en cuanto a la piratería, junto a los
precios excesivos altos de los libros y de los soportes para descargarlos. La
media de un libro electrónico que sea novedad es de 9,99 €, mientras que para
los libros con más de un año la media es de 5,99 € por descarga. Prácticamente
lo que cuesta una edición en bolsillo en papel. Tampoco ayuda a que la media
del precio de un soporte electrónico para leer libros electrónicos sea de 60 €.
Podemos sumar un excesivo IVA (el 21%) y nos saldrá la respuesta al porque de
cada diez libros que se venden en España solamente uno es en formato
electrónico.
Algunos expertos opinan que es
solamente cuestión de tiempo que el libro electrónico se implante
definitivamente y sus números aumenten, aunque también reconocen que les ha
sorprendido el poco calado que ha tenido entre la sociedad. Autores y editores
como Jaume Balmes, son más pesimistas al respecto, pues aseguran que el gran
problema del libro electrónico en la realidad es que no son libros como tales,
ni tan siquiera electrónicos, pues no son más que un documento Word o PDF más o
menos manipulado y descargado a un mero soporte que apenas presenta opciones y
atractivos al lector.
En lo que sí están de acuerdo todos,
editores y autores, es que en España no se lee, ni en papel ni en formato
electrónico.
Conclusiones
finales
A la vista de los resultados en
cifras de ventas, publicaciones y de las fluctuaciones del mercado literario
(en caída libre), podemos asegurar sin duda alguna que en España no se venden
libros, y que la razón principal de que no se vendan es que no se lee. Los
motivos por los que los españoles no leen libros son los siguientes, siempre de
acuerdo a diferentes estudios sociales e informes tanto por parte de
asociaciones de libreros, editores y autores, como por gobiernos y administraciones
o por los informes venidos de Europa. El informe del CIS (Centro de
Investigaciones Sociológicas) del primer semestre de 2015 es terriblemente
contundente al respecto: el 35% de los españoles no lee nunca o casi nunca. El
resto, el 65%, entra dentro de una lectura al menos una vez por trimestre.
La media de lectura al año en España
es de 8,6 libros, que puede parecer mucho, pero si lo comparamos con Finlandia,
uno de los países modélicos en ese aspecto y no precisamente el mejor, que
tiene una media de 47 libros anuales por habitantes, comprendemos enseguida en
el erial cultural en el que nos encontramos. Por cierto, la región donde más se
lee en España, siempre según el CIS, es en Madrid, con una media del 63,3% de
lectores frente a Cantabria que es donde menos se lee con un 25%.
Volviendo a los motivos por los que
no se lee lo suficiente en España, estas son las conclusiones a las que han
llegado los expertos:
—La
crisis económica que ha obligado a priorizar en gastos, siendo la cultura y la
literatura por general de lo primero en ser suprimido.
—El
excesivo coste de los libros, tanto en formato papel como en formato
electrónico, así como el de los soportes para poder leer los eBook.
—Un
sistema educativo deficiente y que apenas ofrece estímulos al estudiante para
adentrarle en la literatura o en la cultura general. En este sentido, son
muchos los expertos que coinciden en lo mismo: faltan asignaturas que
consideran esenciales, como Humanidades o Literatura en todos sus aspectos.
—Las
erradas políticas editoriales de los últimos años, en especial por parte de las
grandes editoriales.
—La
politización por parte de algunos sectores de la política de la literatura y de
la cultura, provocando un rechazo por parte de los lectores.
—La
absoluta falta de interés por parte de los diferentes gobiernos por estimular,
apoyar y ayudar a difundir la literatura entre la ciudadanía.
—El
empobrecimiento cultural de la sociedad española (voluntario o no, pero es
innegable tal degradación).
—La
irrupción de otras tendencias que se han aupado por encima de la literatura,
tales como los videojuegos, las redes sociales o el cine (aunque en este caso
la piratería es la que hace que el cine se imponga a la literatura, aunque esto
no entra dentro del tema, es interesante hacerlo constatar).
¿Puede mejorar
la situación?
Algunos expertos opinan que la venta
de libros electrónicos irá subiendo con el paso de los años, pero la gran incógnita
es saber si esa subida será suficiente para levantar a España del desierto
cultural y literario en el que se encuentra o será demasiado tarde. En cuanto
al libro de papel, el pesimismo es generalizado, pues lejos de tocar fondo,
parece que año tras año la caída no cesa. No ayuda en nada ni las reformas
educativas, a cada cual más desastrosa, ni la evolución de la sociedad española
en cuanto a nivel cívico, educativo y cultural se refiere. Es decir, dentro de
diez años, tal y como se encuentra el panorama literario actual, estaremos
todavía peor.
¿Se puede encauzar la situación? Sí,
todavía no es tarde pues España es un país con mucha tradición cultural,
talento y creatividad. Pero para eso es necesario crear políticas culturales
osadas y que no estén atadas con falsos complejos, así como unificar esfuerzos
y recursos. De la misma forma, es necesario educar a las nuevas generaciones en
el respeto y amor a la Cultura en todos sus aspectos, no simplemente como en
algo que utilizar para crear vasallos en vez de ciudadanos. Asimismo, las
editoriales tienen que evolucionar con la sociedad y olvidar sus arcaicas y
monolíticas políticas editoriales.
Es posible mejorar la situación
literaria española. Pero se ha de comenzar de inmediato y, por lo que se puede
observar, no parece que se haga nada al respecto. ¿Alguien se extraña de que
los autores se vayan a otros países a publicar?
Esta entrada es la perfecta continuación a otra entrada de
hace algunos años.
Pincha en el nombre e irás directamente a dicha entrada
No he podido evitar escribir un comentario. Creo que tu entrada explica una realidad que nadie quiere leer. La gente no lee, y en general las personas que dicen que les gusta leer no superan los dos/tres libros al año con la excusa de "no tengo tiempo". ¿Cómo? ¿Perdona? estoy segura de que eso es mentira. Lo que pasa es que prefieres ver fotos de gatitos y chistes tontos en Internet, entonces no te gusta leer, te gusta estar en Internet (por ejemplo). Sólo hay que ver que entradas como la tuya asustarían a más de uno por su longitud...
ResponderEliminarLuego está la excusa del dinero, tal como dices actualmente hay millones de formas de leer un libro (uno de papel), sin necesidad de gastarse una millonada en él. Sólo en Madrid yo cuento con un sinfín de librerías de segunda mano (que visito con asiduidad), y un buen montón de bibliotecas que además ahora te permiten sacar libro de manera gratuita con un único carnet. Pero es que además un libro de bolsillo cuesta 10 euros, el equivalente al 75% de una pizza, el precio de un par de copas, o la entrada al cine. Algo que entretiene durante menos horas.
Por último está el tema del Ebook dentro de la excusa del dinero. Uf, miedo. Le tengo una manía enorme. Creo que pierden autores, libreros, editores, imprentas, traductores... ¿Por qué? Porque no tenemos conciencia de lo que estamos robando, a ver si me explico: si te descargas un cd, el cantante etc. puede conseguir dinero a través de otras actividades como son los conciertos. Pasa lo mismo con las películas y el cine. ¿Pero los libros? Si te dedicas a no dar nunca dinero al autor este dejará de escribir porque no tiene otros recursos para mantenerse, simple y llanamente. Creo que me gustarían más los libros electrónicos si la gente pagase por ellos y no pusiera excusas más allá de "soy un agarrado de mierda y tengo que dar una excusa para no sentirme mal". Por ahora el único argumento válido que me han dicho es el del espacio.
En fin, que estoy echando bilis por la boca y no tienes nada que ver xD. Simplemente decir que me ha gustado mucho el artículo y ojalá la gente se dé cuenta de lo necesaria que es la lectura.
Hola, Sheila, gracias por tus comentarios. Como tú, pienso que el libro electrónico, o eBook, está perjudicando mucho a los autores, al menos en España. Es cierto que cada año salen menos autores que quieran dedicarse a esto y que se corre el riesgo de convertirnos en un país muy atrasado culturalmente (ya vamos camino de ello). De hecho, ya tengo pensado escribir una entrada sobre el libro electrónico y como está impactando, para mal, a los autores. Pero más adelante. Efectivamente, en España no se lee por dos grandes motivos: por falta de Educación, pues una ciudadanía malamente educada es muy difícil que se acerque a la Cultura, y porque no se quiere. El que no lee es porque no quiere, así de sencillo. Como bien dices, es facil tener siempre a mano algo para leer, aunque sea una novela del Oeste de un euro. Lo que pasa es que leer tiene un riesgo: te hace inteligente y culto. Y claro, es mejor que te lo den todo mascado antes que tener que pensar por ti mismo. Ja, ja, ja, mejor no sigo que me pasa como a ti: suelto la bilis, ja, ja, ja. Espero seguir leyendo comentarios tuyos. Un saludo.
EliminarInteresantísima entrada, Juan Carlos. La verdad es que el nivel e interés cultural en España pone los pelos de punta por lo pésimo que es... Yo doy fe de ello, sólo hay que ver la zona donde vivo, plagada de paletos e incultos orgullosos de serlo.
ResponderEliminarMuchos me han dicho que cómo se me ocurre abrir una modesta tienda de cómics teniendo en cuenta tal y como está el panorama, y uno de los motivos por los que la abro es para difundir e insertar el gusanillo de la lectura a la gente, porque, como bien señalas en este artículo, el interés por la lectura es mínimo y gran parte de la culpa la tiene el sistema educativo, que más que hacer que los jóvenes se interesen por leer consigue que terminen odiando todo lo relativo al ámbito literario y a aprender cosas nuevas en general... Una lástima, la verdad.
En fin caballero, en otro orden de cosas, ya queda poquísimo para que abra mi futuro negocio en Madrid capital, así que ya te diré dirección y tal y espero que te pases alguna tarde, así charlamos largo y tendido sobre cómics y sobre otros asuntos como este que has tratado en esta entrada.
Seguiré atento a tus próximas publicaciones. ¡Un saludo!
Saludos, Mustang, gracias por tus comentarios. Cuánta razón tienes, que España está llena de analfabetos que se precian de serlo. Aunque el sistema educativo de pena y no se fomente la lectura, en realidad la culpa de este erial cultural y literario no la tiene más que la sociedad española. En fin, mucha suerte con tu tienda y en cuanto la tengas abierta me lo dices para pasarme por allí. Un saludo.
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