CRÓNICAS DE UN
FRIKI XXV
Los juegos de mesa;
tercera parte.
La Edad de Oro.
En la década de los 90
del siglo XX los juegos de mesa parecían haber pasado a mejor vida. El auge de
los juegos de rol pero sobre todo de las cartas Magic parecía indicar que los
juegos de mesa se relegaron a “juegos para especialista” o para minorías nostálgicas
que seguían jugado a los juegos de su niñez. Aunque en otros países como
Inglaterra, Francia o Estados Unidos los juegos de mesa seguían causando furor,
en España prácticamente dejó de jugarse. Se seguían vendiendo juegos, pero del
tipo “Monopoly”, “Trivial Pursuit” y similares. Lo más parecido a juegos de
mesa, y casi siempre del tipo temático, eran “Space hulk” o “Avanced
Heroquest”, ambos de Citadel (Games Workshop). Juegos míticos como “Heroquest”
o “El Imperio Cobra” habían dejado, sorpresivamente, de venderse prácticamente
de un día para otro. Los presagios no eran buenos, pero los juegos de mesa
sencillamente se estaban tomando un respiro para volver con más fuerza.
Cae el rol y el
Magic parece tocar su tope
Lo que parecía imposible
sucedió: el rol desapareció. O al menos se dejó de jugar tanto que ya era muy
difícil poder encontrar jugadores. En cuanto al Magic, tras los primeros años
de arrase total en cuanto a ventas y atención entró en una fase donde se
estabilizó y dejó de acaparar todas las miradas, permitiendo que poco a poco
otras aficiones comenzaran a hacerse un hueco en el difícil mercado del
entretenimiento. En otras entradas ya he hablado extensamente de los juegos del
rol y del Magic, así que no es necesario que explique nada.
La cuestión es que hubo
un hueco que se creó en el mercado con la casi extinción del rol y las tiendas
especializadas se apresuraron a rellenar dicho hueco como fuera. A pesar que
los video juegos arrasaban (y lo siguen haciendo) en ventas, las tiendas
especializadas no se atrevieron con ellos debido al alto coste de los mismos, a
las condiciones de venta y sobre todo porque no podrían hacer la competencia a
las grandes superficies tipo El Corte Inglés, Media Mark o FNAC, por ejemplo,
reyes supremos en cuanto a la venta y distribución de los juegos. Si se quería
entrar al mundo de los videos juegos había que especializarse en ellos, tipo
tiendas Games (pero que no dejan de ser una cadena de tiendas al servicio de
una gran empresa). Los juegos de mesa vinieron a llenar ese hueco, en su
mayoría provenientes de Alemania y Estados Unidos. Los inicios no fueron fáciles,
pero una vez conseguido el objetivo los juegos de mesa han llegado para lo que
parece por mucho tiempo a las tiendas y
las estanterías de clubes, asociaciones y hogares. Y aunque no fue el
primero, ni el precursor, el que en España los juegos de mesa pudieran tener
éxito es debido al archiconocido juego alemán “Colonos de Catan”.
Todo comenzó en
una isla…
Pues sí, amigos, el
arrollador éxito de “Colonos de Catan” fue el que propició que en España los
juegos de mesa, tanto eurogames como temáticos y tal como se entiende hoy en día
por juego de mesa, lograran ser conocidos y comenzar su andadura tanto en
tiendas especializadas como en jugueterías, grandes superficies, etc.
En 1995 el juego
diseñado por Klaus Teuber se puso a la venta en su versión definitiva. No es el
mejor juego, ni el más estratégico, ni excesivamente original, pero tiene algo
que hace que todos los aficionados a los juegos de mesa le hayan jugado alguna
vez o se hayan iniciado en este mundo con dicho juego. Traducido a más de
dieciocho idiomas, con aproximadamente quince millones de jugadores en todo el
mundo y decenas de expansiones y versiones “Colonos de Catan” se ha convertido
por derecho propio en el juego más vendido y conocido de todos. Su éxito, como
digo, propició que los comerciantes y empresarios se arriesgaran con otros
juegos del estilo y los eurogames fueron apareciendo en las tiendas al principio
relegados a una esquina para no mucho tiempo después poseer apartados
exclusivos para ellos. “Carcassone”, “Aventureros al tren”, “Alta tensión”,
“Puerto Rico” entre otros vinieron a continuación de “Colonos de Catan”,
convirtiéndose también en éxitos de venta. Algunos eran más antiguos que
“Colonos de Catan”, pero ya digo que pudieron ver la luz gracias a que “Catan”
se convirtió casi en un fenómeno social.
Pero esto es
España, no lo olvidemos
No, no lo olvidemos. En
Alemania, patria de “Colonos de Catan”, se calcula que se han vendido más de
tres millones de unidades del juego y más de diez millones de alemanes lo han
jugado. En España esas cifras nunca se han dado. Aunque ahora es muy común ver
juegos de mesa por todas partes, cada mes suelen salir novedades y hay muchas
asociaciones no significa que las ventas y las salidas de los juegos tengan el
ritmo que tienen Alemania, Inglaterra o Estados Unidos, por ejemplo. Las ventas
en España, comparadas con otros países de nuestro entorno, son muy bajas y la
afición a los juegos de mesa no es algo tan normal como en otros lares. Por
desgracia, los altos precios de los juegos, el seguir creyendo que son para
niños o el escaso interés que de siempre la sociedad española ha tenido por
estas aficiones consigue que las empresas no se arriesguen con los juegos y
saquen tiradas limitadas o escasas de los mismos o directamente ni los pongan
en venta. Muchos juegos (demasiados) nunca se han puesto a la venta en España,
teniendo el aficionado que comprarlos por Internet si quiere tenerlos; y otros
tanto (para ahorrar costes) se han puesto a la venta pero sin traducir al
español. También se da el caso de juegos que arrasan en ventas y éxito en otros
países pero aquí tarden mucho tiempo en traducirse o ponerse a la venta porque
el mercado español no está listo para ello, caso, por ejemplo, de “El Grande” o
“Puerto Rico”. Y, lo más común, es que incluso después de ponerse a la venta
con escasas unidades el juego una vez agotado no tenga más ediciones y no se
ponga a la venta (o tarde años) como en el caso de “Drácula” o “Marco Polo”.
Al menos, y nos podemos
consolar, es que se ponen a la venta juegos de mesa y que las grandes empresas
parecen comenzar a darse cuenta de que es un negocio que puede ser muy
lucrativo a poco que inviertan en ello. Los juegos de mesa ya han sido
anunciados en televisión, periódicos y se habla de ellos por todas partes.
Constantemente hay concursos, campeonatos, exhibiciones… Y existen multitud de
asociaciones en España donde se puede jugar a ellos. Hay juegos de todo tipo,
eurogames, temáticos, para grandes y chicos, para principiantes y veteranos,
complejos y sencillos… Verdaderamente, se puede decir que estamos en la Edad de
Oro de los juegos de mesa.
Como me
introduje en el mundo de los juegos de mesa
Como no podía ser de
otra manera, fue en mi club, El Ojo del Terror, donde comencé a jugar a los
juegos de mesa. Y “Colonos de Catan”, aquí le tenemos, fue mi primer juego
desde que dejara de jugar a “Risk” o “Heroquest”.
Debido a que los juegos
de rol en mi club ya no se jugaban y a que yo mismo me desinteresé por completo
de Warhammer 40.000, mi ansia friki necesitaba ser colmada y mi atención se
centró en los juegos de mesa. Con mi amigo Iván Gil y un par de colegas más
comenzamos a jugar en su casa a “Colonos de Catan” para después pasar a
“Carcassone”. Eran juegos divertidos que enseguida me engancharon. El problema
es que eran demasiado caros para mi presupuesto y ocupaban demasiado espacio.
Tener veinte juegos de mesa en casa significa ocupar gran parte de un armario.
Los coleccionistas saben de lo que hablo y los problemas que se presentan.
Pero existía una opción
para poder comprar juegos y disfrutarlos, y esa opción pasaba por introducirlos
en El Ojo del Terror. No me voy a arrogar por entero la idea de tenerlos en el
club, pues fue una cosa que se nos ocurrió a unos cuantos, pero sí que puedo
decir que me reuní con otros socios aficionados a los juegos de mesa y hablamos
sobre la posibilidad de crear una ludoteca en la asociación compuesta por
juegos de mesa. Si previamente habíamos tenido una roleteca, la ludoteca era
factible. En una reunión se propuso la compra de unos pocos juegos y dejarlos
en un armario para comprobar si podían tener éxito entre los socios. Y, cómo
no, uno de los primeros juegos en comprarse fue “Colonos de Catan”. Fue todo un
éxito y esos tres primeros juegos pronto abrieron paso a otros tres más, y a
más…
Los juegos de
mesa se adueñan del Ojo del Terror
En el club se ha jugado
a muchas cosas, al rol, al Warhammer 40.000, al X-Wing, a Infinity, a Malifaux…
De estas aficiones algunas ya no se juegan, otras sí pero de forma discreta, un
puñadito de socios, pero los juegos de mesa no solamente lo juegan casi todos
los socios, sino que además no paran de crecer y de crear adeptos. Al principio
los miembros de la Junta Directiva decidían que juegos se compraban, pero los
socios quisieron tener voz y voto en la decisión de compra ya que deseaban que
sus juegos favoritos estuvieran en el armario. Se llegó entonces a la solución
que tenemos hoy en día, que consiste en que cada socio propone tres juegos más
un juego “pequeño” (juegos de no más de media hora de duración y de precio
pequeño) y los juegos más veces propuestos pasan a la fase de votación. Los
tres más votados se compran (sin importar el precio) y se añaden a la ludoteca.
En el club hemos pasado de tener tres juegos a casi cien, quedándose el armario
sin hueco y ya pensando en rellenar otro.
Al “Colonos de Catan” le
fueron sucediendo “La villa”, “Le Havre”. “Agrícola”, “Blood Rage”,
“Terraforming Mars”, “Russian roalraids” y muchos más, incluidas expansiones y
juegos pequeños tipo “King of Tokyo”, “Seven Wonders”, “Splendor”, “Piko piko”,
etc. Para todos los gustos y todos los colores.
Para mí, pocas cosas hay
mejores que reunirse con los amigos en el club y pasar la tarde echando una
partida a un juego de mesa. No todos los juegos me gustan, y no siempre se
gana, pero es genial y cada día me gusta más. En la actualidad es de las pocas
aficiones que me quedan, junto con los Playmobil, el cine, los libros, las
películas, los cómics… La cuestión es que gracias al club puedo disfrutar de un
montón de juegos que de otra manera no los podría ni conocer, pues como digo,
coleccionar juegos de mesa en casa es un serio problema de espacio y dinero. No
sé hasta donde y cuando me puede llegar esta afición, pero pienso que mientras
exista el club seguiré jugando. Y si no, ya tengo amigos que también tienen sus
juegos, pues no solamente juego en El Ojo del Terror, sino que son antológicas
las quedadas en casa de tal o cual amigo para pasar la tarde, o el día
completo, jugando al “Relic” o a lo que se tercie.
Si quieres conocer
nuestro club y nuestro fastuoso mega armario repleto de juegos de mesa pásate
por él, está en Getafe.
Y hasta hemos llegado
con las Crónicas de un Friki relacionadas con los juegos de mesa. Espero que te
haya gustado.
Si te gustan las Crónicas
de un Friki, aquí tienes los enlaces para ir a la primera entrega y la penúltima.
Únicamente pincha en los nombres.
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