CRÓNICAS DE UN FRIKI XIV
LOS PLAYMOBIL (o
click); tercera parte.
De jugar con
ellos a coleccionarlos.
Llega
un momento en la vida que uno pasa de niño a ser otra cosa, y es una verdadera
lástima, porque en realidad no debería ser así. Aunque nuestro cuerpo crezca y
la mente madure, aunque la Vida la veamos desde otra perspectiva, no deberíamos
nunca dejar morir al niño de nuestro interior. A los adultos se nos olvida,
casi siempre, que hemos sido niños y que esa parte de nuestra existencia no se
borra, siempre está ahí. Otra cosa es que no la hagamos caso.
Digo esto porque un
coleccionista lo es por varios motivos, y en muchas ocasiones uno de ellos
suele ser que lo que colecciona le despierta gratos recuerdos y le trae una
suave nostalgia y melancolía del pasado que le hace sentir bien. Esos recuerdos
suelen provenir de la infancia, cuando el mundo era más sencillo y luminoso, no
porque los niños sean más sencillos que los adultos, sino porque son puros de
mente, aún no se encuentran intoxicados por la mentira, la hipocresía, la
cobardía y el cinismo que rodea el mundo de los adultos. En buena medida eso me
ocurre a mí cada vez que compró o adquiero un Playmobil que formó parte de mi
infancia. O cuando los estoy colocando para formar un diorama o simplemente
cuando los miró o guardó en sus cajas. Y es que si bien dejé de jugar con
ellos, nunca los abandoné, sino que ahora los colecciono.
Coleccionista de
Playmobil
Cuando salió a la venta
la tercera renovación de la colección del Oeste de los clicks, allá por los 90
del siglo pasado, ya tenía una edad que, según los baremos actuales, no era la
adecuada para andar jugando. Pero los Playmobil ya formaban parte de mi vida y
no quería que salieran de ella. Es por eso que el siguiente paso a dar fuera el
coleccionarlos. La tercera generación del Oeste era, quizás, la más bonita en
cuanto a aspecto estético, pero no la más completa aunque pueda parecerlo
viendo el catalogo que poseía. La colección de los 70 era mucho más completa y
con mayor número de referencias. Lo que pasa es que, como he comentado en las
otras entradas, en España no se puso a la venta toda la colección del Oeste,
faltando muchas referencias que hoy en día a los coleccionistas nos vuelven
locos pues son muy difíciles de encontrar. La colección de los 90 lo que traía
era una novedad que impactó mucho en los coleccionistas: diferentes tipos de
indios y los soldados de la Confederación.
Antes los indios eran
siempre iguales, pero en la nueva colección se podían distinguir claramente a
los apaches de los otros, que bien podían ser comanches, navajos o sioux, vaya
usted a saber, pero en todo caso, eran dos tipos de indios. En cuanto a los
confederados, era un viejo anhelo por parte de los coleccionistas. También
salieron varias referencias de diferentes tipos de carros, un nuevo modelo de
salón (más grande y espectacular) y una nueva cárcel para el sheriff. Al igual
que ocurrió en los años 80, la colección de los 80 convivió durante un tiempo
con la de los 90 hasta que, finalmente, a medida que se fueron agotando las
cajas quedaron únicamente las nuevas referencias.
A mi me vino bien tal
cosa, pues me dio tiempo a seguir comprando las cajas de los 80, aunque alguna
que otra se me escapara. Pero con el paso de los años logré conseguir todas. De
la colección de los 90, en el momento en que escribo esta entrada, me siguen
faltando unas cuantas referencias, no muchas, pero son las más caras.
Ampliando la
colección
Cuando llegó el nuevo
siglo, inexplicablemente, Playmobil dejó de sacar colecciones del Oeste o
incluso novedades, y durante muchos años no se volvió a sacar más a la venta.
No fue hasta 2013 que de nuevo surgió una nueva colección, con el cambio de
estética en los clicks que les ha convertido en otra “cosa diferente”; esto ya
lo explicaré en la siguiente entrada. Pero a los coleccionistas de mi quinta lo
que nos atrae son las colecciones antiguas. Algunos únicamente coleccionan la
de los 70, otros la de los 80… En fin, cada uno según sus gustos, manías o
sentimientos. En mi caso, me hago la de los 70 porque fueron los clicks de mi
niñez, la de los 80 porque fueron los de mi adolescencia y la de los 90 porque
me convertí en coleccionista. La de 2013 ya no me llama la atención. Mis
esfuerzos como coleccionista se centran en esas tres colecciones y en sus
referencias, con la salvedad que ahora reseñaré. Como dato, decir que mi
favorita es la colección de los 70.
Dado que durante mucho
tiempo Playmobil no sacaba nuevas referencias del Oeste, uno sentía la
imperiosa necesidad de comprar playmobil para ampliar la colección. Y mi
atención se vio centrada en una colección que se llamaba Special Playmobil.
Eran cajas individuales, donde entraba un click con varios accesorios. Al
principio no existía cierta regularidad en la venta de estas cajas, y el número
de ellas que se ponían a la venta cada año variaba, hasta que finalmente la
colección se centró y se sacaron doce referencias anuales divididas en dos
lanzamientos de seis referencias cada uno, en primavera y en otoño. Si me fijé
en esa colección fue porque cada caja era diferente, y entraban playmobil que
nunca tuvieron una colección, por ejemplo una princesa egipcia o un soldado
romano (que años más tarde sí tuvieron colección), o un guerrero de fantasía, o
templarios, o bañistas… Vamos, que era una colección donde entraba de todo y,
por supuesto, también clicks del Oeste. Indios y vaqueros, y así comencé a
comprar las cajas, primero las del Oeste, y después todas las que iban saliendo
porque me parecía curiosa la colección.
Lo mejor de esta serie
es que te daba la oportunidad de ampliar tu colección. Por ejemplo, sacaron a
la venta un soldado de la Unión y otro de la Confederación, con lo que
comprando diez o quince de cada, cambiando pelucas y añadiendo o quitando
accesorios te hacías con un destacamento. O varios indios, o varios vaqueros.
También entraron bandidos que eran bastantes chulos. Cada caja era como un
pequeño mundo y el precio era bastante asequible. Tuve la suerte de comenzar a
hacer esa colección desde el principio, con lo que tengo todas las referencias
que salieron en España (pero no todas en general, pues en cada país hubo referencias
en exclusiva) y soy de los pocos, poquísimos, en tenerla completa.
Llegan los
romanos
Mientras ampliaba mi
colección del Oeste gracias a Special Playmobil y seguía rastreando tiendas en
busca de referencias antiguas del Oeste, una nueva serie vio la luz. Una
colección que enlazaba con otra de mis pasiones: la Historia y la Historia de
la Antigua Roma. En 2003 Playmobil ponía a la venta la tirada de los romanos,
con referencias espectaculares como el circo romano, un trirreme, legionarios,
torres de asedio, cuadriga, gladiadores, emperadores, etc. Obviamente, intenté
resistir a la tentación, y tras cinco segundos de enconada lucha cedí al lado
oscuro de la Fuerza y marché corriendo a las jugueterías en busca de todas las
referencias que existieran. Me hice con todas y puedo decir que tengo la
colección completa. No solamente eso, sino que además conseguí referencias de
otros países que en España nunca se pusieron a la venta. Y gracias a Special
Playmobil amplié la colección con guardias pretorianos, bárbaros o ciudadanos
romanos. Con la mezcla de vikingos, medievales y celtas creé un ejército de
bárbaros, y con la nueva serie de Egipto que salió al año siguiente las
posibilidades aumentaron. Pero todo se fue al traste porque a pesar que fue
todo un éxito la colección de Roma, Playmobil no volvió a sacar nuevas
referencias ni a mejorar las que ya había; simplemente no hubo más. Quizás cuando
pasen unos años veamos otra tirada de romanos.
La cuestión es que
coleccionando tanto los romanos como las cajas de Special Playmobil dejé de
lado la del Oeste. No porque me olvidara de ella, sino porque estaba en un
punto muerto. No me era posible encontrar referencias en las tiendas ni en las
fábricas de Playmobil, ya que todo estaba descatalogado. Tampoco existían
tiendas especializadas en Playmobil como sí ocurre en otros países, y aunque en
Madrid ya tenía controladas a un par de tiendas de juguetes antiguos, su
catálogo no era muy amplio y no poseían lo que buscaba. Estas tiendas
terminaron por cerrar, una lástima.
Cuando parecía que me
tendría que contentar con lo que tenía y que encontrar referencias antiguas del
Oeste era tarea imposible, sucedieron dos cosas que impulsaron mis
posibilidades de poder completar mi colección. Una fue el descubrimiento de las
ferias de Playmobil y el mundo de los coleccionistas-profesionales-vendedores
de clicks, y la otra Internet y la compra venta de todo.
En el Walhalla
Un día, mientras comía, ojeando
las noticias de la tele en la sección de curiosidades, se anunció que en
Madrid, en la Casa de Campo, durante un fin de semana se celebraría una feria-exposición
de Playmobil. No era la primera vez que se hacía algo así. En Madrid era una
cosa muy común que aficionados montaran exposiciones y dioramas, pero aquello
no me interesaba mucho. Pero lo que me hizo agudizar las orejas fue escuchar la
palabra “mercadillo”. ¿Cómo? ¿Qué era aquello? En la televisión no explicaron
mucho más, pero encontré en un periódico local la noticia más ampliada. Se
trataba tanto de una exposición como de una feria donde se vendería material
playmobil en forma de piezas sueltas, cajas completas e incluso referencias
antiguas. ¡Crom, Macha y Nemain! ¡Eso era lo que necesitaba! Un lugar donde
poder comprar las referencias que me faltaban y además piezas sueltas para
completar las referencias en las que me faltaban accesorios.
Tampoco era la primera
vez que una feria de este tipo se celebraba en Madrid. Al parecer era cada uno
o dos años, en primavera, y ya llevaban unas pocas, pero como era una cosa
marginal (al principio), no llamaba mucho la atención. Pero cada vez que se
celebra el evento las exposiciones eran más espectaculares y la gente acudía en
gran número. No solamente coleccionistas, sino también curiosos y familias
enteras. Y eso sí terminó por llamar la atención de los medios de comunicación,
y de esa forma me enteré y pude ir a la exposición de la Casa de Campo.
Fue como entrar en el
paraíso. Era una gran nave industrial plagada de stands donde los dioramas eran
de todo tipo: medievales, del Oeste, de romanos, Verano Azul, incluso
procesiones de Semana Santa o legionarios españoles desfilando. Vamos, una
gozada. Y si eso era bueno, mejor eran los puestos donde se vendía de todo.
Piezas sueltas, de todo tipo y de todos los tiempos, o playmobil completos en
bolsas, cajas o al peso incluso. Cajas modernas, antiguas e incluso playmobil
customizados (o sea, cambiados y manipulados para crear figuras que no existen
en los catálogos oficiales), pudiéndote encontrar a Don Quijote y Sancho Panza
en playmobil, o a Gandalf entre otros. Era una locura, no tenía ojos
suficientes para mirar ni manos para coger, y mucho menos dinero para comprar
todo lo que quería. Como fue la primera vez, pagué la novatada de no saber
exactamente qué era lo que quería y como buscarlo de forma más optima y, sobre
todo, más barata. Aún así, fue alucinante. Pude comprar montones de piezas,
legionarios romanos para ampliar mi ejército y aunque no pude encontrar referencias
antiguas del Oeste al menos pude completar algunas de las que ya tenía.
Desde entonces he
acudido a otras ferias, y ya he sabido comprar de forma más ordenada y concisa.
El problema es que organizar este tipo de eventos no es fácil y los organizadores
lo celebran ahora cada año en una ciudad diferente. Ya hace varios años que no
se celebra en Madrid y espero con verdaderas ganas la siguiente feria. Hay que
tener en cuenta que viene gente de toda Europa a vender y exponer sus playmobil
en estas ferias. Son todo un punto de encuentro para coleccionistas, vendedores
y aficionados.
La otra cuestión que me
ha hecho avanzar en mi faceta como coleccionista ha sido Internet. La red de
redes ha posibilitado el contacto entre aficionados, compradores y vendedores y
ha traspasado fronteras. No tienes porque comprar únicamente en España, desde
Alemania me han enviado a casa referencias antiguas de Playmobil que me
faltaban y a buen precio. Si bien siempre hay especuladores que abusan con los
precios, es tanta la oferta en Internet que si se tiene paciencia siempre se
puede encontrar a mejor precio. Pero lo mejor es que conoces gente con tus
mismas aficiones y vendedores que te encuentran lo que buscas. Así me he
formado un círculo de confianza de gente que me vende piezas o me busca lo que
me interesa, mientras a mi vez voy consiguiendo a otros coleccionistas lo que
andan buscando.
Ya voy llegando al final
de esta entrada y dejaremos para la siguiente, que será la última en el tema de
los playmobil, el explicar porque dejé de coleccionar clicks modernos para
centrarme en los antiguos, el cierre de la colección Special Playmobil y el
cambio en la política mercantil de Playmobil que ha hecho que muchos
coleccionistas dejen de comprar sus productos. Todo cambia, a veces para mejor,
pero aunque así sea no tienes porque aceptarlo si crees que no te conviene.
Nos vemos en la próxima
entrada de mis Crónicas de un Friki. Hasta pronto.
Continuará…
Si te gustan las Crónicas de un Friki, aquí tienes los
enlaces para ir a la primera entrega y la penúltima. Únicamente pincha en los
nombres.
También puedes leer:
Son mi iniciación en el mundo del Warhammer 40.000 y digamos
una continuación de Crónicas de un Friki a partir del cierre de la tienda.
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