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miércoles, 2 de septiembre de 2020

ENCUENTRAS TU NOVELA EN UNA PÁGINA PIRATA DE INTERNET. ¿QUÉ HACER EN ESTOS CASOS? EL PROBLEMA DE AMAZON.

 

ENCUENTRAS TU NOVELA EN UNA PÁGINA PIRATA DE INTERNET. ¿QUÉ HACER EN ESTOS CASOS? EL PROBLEMA DE AMAZON.

 
            Bienvenidos de nuevo a mi blog, y perdonad el título largo de esta nueva entrada pero desde el principio quería dejar muy claro de qué va la cuestión. En otras entradas similares ya he tratado el tema de la piratería y la defensa de los derechos de autor y como defenderse cuando te roban, plagian o publican tu obra sin tu permiso y saltándose tus derechos de autor. Sin embargo, no está de más seguir insistiendo con el tema sobre todo porque, por desgracia, este no es un problema que se haya resuelto, al contrario, se ha agudizado con la proliferación de páginas Web desde las cuales se pueden descargar libros de forma gratuita sin el consentimiento de los autores.

            La cuestión es que desde que plataformas on-line (como es el caso de Amazon, por ejemplo) han dado la oportunidad a los autores para autopublicarse, las páginas Web donde se piratean libros han aumentado en número debido a la facilidad de poder conseguir las obras, a la ambigüedad en muchos casos de las leyes antipiratas o simplemente porque por parte de las autoridades competentes y de las personas supuestamente encargadas de perseguir y luchar contra este fraude no llevan a cabo de forma eficiente y responsable su tarea. Este último punto es el que más se suele dar, y voy a poner por ejemplo a España.

            En España sí existen leyes claras y contundentes contra el robo de la propiedad intelectual, el plagio o la piratería, el problema estriba en que no se ponen medios suficientes para acabar con esto o bien los máximos responsables sencillamente son negligentes en sus deberes. Es decir, encuentras tu novela en una página Web donde se descarga de forma gratuita o pagando (sin que veas ni un euro por eso) y aunque vayas a denunciar ante la Policía te encuentras con que los agentes no pueden hacerse cargo de tu denuncia debido a la falta de personal o medios. Normalmente, y puesto que no es un delito que implique cientos de miles de euros por estafa o robo, te aconsejan que vayas a un abogado especializado en estos casos, con lo que ello implica. Así que, la pregunta es obvia.

¿Qué hacer en caso de que te roben tu obra?

            Bien, como siempre digo, lo primero que tienes que hacer es registrar tu novela en el Registro de la Propiedad Intelectual. No es una garantía, pero es una prueba de que tu novela es tuya y te pertenecen tus derechos. Tener registrada la novela es una increíble ayuda en caso de que consigas llevar a juicio, pongamos por caso, al dueño de una de estas páginas piratas.


Después debes crear una alerta en Google con tu nombre y el título de tu libro. Si tu novela se coloca en una página Web pirata, Google Alert recogerá la mayoría de las menciones que se realicen a su nombre o título de la obra, lo que te permitirá estar al tanto de los manejos de tus novelas.

Ten un seguimiento de los lugares de intercambio de archivos, para intentar encontrar tu libro en los lugares piratas más conocidos.

            Cuando colocas tu novela en una página Web, asegúrate que exista la opción generar una notificación DMCA (Acta digital del milenio para los derechos de autor) y enviar esa acta a todas aquellas páginas que alojan una copia pirata de tu libro. En el caso de Amazon, cuentan con una opción que no permite que un lector pueda pasar una copia del libro a otra persona ni a otro dispositivo. Es conocido como DRM (Digital rights management), un anticopy que incorporan los libros digitales y que al parecer va a ser incorporado por todas las editoriales españolas. Existen también otras formas como utilizar marcas de agua que solo pueden ser quitadas con un código que se te da cuando compras el libro y que solo vale para un determinado dispositivo.

            Si tu libro está en varias páginas piratas, haz un listado de todas ellas y procura controlarlas, pues tu libro suele ir de un sitio para otro en un intento de despistar. Envía ese listado a tu editor para que tome las medidas oportunas.

            Intenta pertenecer a asociaciones de autores y/o editores del tipo CEDRO. Estas entidades cuentan con medios suficientes para atacar y eliminar páginas piratas e incluso con abogados muy especializados (aunque tendrás que pagar por sus honorarios pero siempre CEDRO te aconseja que hacer y tampoco te deja desamparado). El pertenecer a una asociación ayuda mucho, pues no es lo mismo la denuncia de una persona que la denuncia de una entidad que represente a miles de autores y editores.

            Cuando encuentres una de tus novelas en una página sin tu permiso, ponte en contacto con dicha página e informales de que tu novela no puede estar ahí. En muchas ocasiones estas páginas están llevadas por aficionados a la lectura que lo único que quieren es compartir sus libros favoritos con otros lectores. Y si es así, lo normal es que atiendan tu solicitud y quiten de inmediato tu libro.



            Si no puedes ponerte en contacto con las personas de la página es porque es una página pirata, y si ya cobran por la descarga de tu obra, entonces debes acudir bien a la asociación en la que estés registrado o bien a la Policía aunque creas que no va a servir de nada. Si la cosa va de mucho dinero y puedes asumirlo, lo mejor es ir a un abogado especializado. Ahora bien, si puedes ponerte en contacto con quien lleve esa página, aclárale que está cometiendo un delito y que tomarás las medidas adecuadas en caso de que no quite de inmediato tu obra. Si con esas sigue sin quitarla, entonces haz lo dicho anteriormente. CEDRO para este problema es muy eficiente, pues de forma legal consigue cerrar mediante imposición judicial estas páginas, además de que por su nombre y peso como entidad suele impresionar a las personas que crean estas páginas Web piratas.

            Denuncia en redes sociales, y cuanto más barullo armes mejor, lo que te está pasando, indicando que página y que personas son las que te están robando y utilizando tu obra. A estas personas no les gusta verse señaladas tan abiertamente a pesar de que estén en Internet.

El problema Amazon

            Esta entrada quiere profundizar un poco más en el asunto de Amazon y los problemas legales que en ocasiones varios autores han tenido con esta plataforma digital (yo incluido). Hay que aclarar dos cosas: una es que Amazon posee herramientas para impedir que tu obra, una vez publicada y con DRM anticopy activado, sea descargada de forma ilícita. Dos, que Amazon está para ganar dinero, no para atender los problemas de los autores, y mucho menos de los autores que se autopublican. Me explico.

            Si bien Amazon impedirá por todos los medios que tu obra sea descargada de forma ilegal, una vez que ha sido robada se lava totalmente las manos y no desea saber más del asunto, hasta el punto que no en pocas ocasiones se ha puesto a favor del pirata que tiene la obra de forma ilegal en su página y en contra del autor que es el dueño legítimo de la obra. Amazon no quiere problemas legales, y en su mente empresarial solo atiende a los derechos de publicación, no de autor, y esta diferencia es la que explica su política, totalmente errada en mi opinión.

            Voy a poner dos claros ejemplos y sus soluciones. Estos dos ejemplos, a través de los contactos con otros autores, son los más frecuentes con Amazon, y su solución puede ser o bien sencilla, o bien convertirse en un infierno para el autor. El primer caso me ocurrió hace años.

Amazon no reconoce los derechos de autor

            Hace años (como ya conté en otras entradas) publiqué varios libros con una editorial. Esa editorial puso esos libros en formato libro electrónico a la venta en Amazon con su sello editorial. La editorial terminó por quebrar y se fue al cierre. En el caos que vino a continuación, el editor quiso anular todas las obras publicadas en Amazon en formato digital encontrándose con que no pudo hacerlo porque perdió las contraseñas y puesto que Amazon no puso las cosas fáciles el asunto se dejó correr y el tiempo fue pasando; aclarar que yo no sabía nada de esto.


            Cuando años más adelante quise publicar con Amazon varias de mis novelas, me encontré con que Amazon no me dejaba publicarlas porque ya estaban publicadas con el nombre de la editorial. Me puse en contacto con Amazon y les expliqué que dicha editorial ya no existía y que cuando una editorial quiebra y desaparece automáticamente los derechos de publicación vuelven al autor. Amazon no me dio la razón. Seguía empeñado en que no podía publicar y que para hacerlo necesitaba el permiso del editor o editorial y no atendiendo al hecho de que ambos ya no existían; demencial. Envié fotocopias del Registro de la Propiedad Intelectual donde se demostraba que las obras eran mías, fotocopias de los contratos de publicación donde incidía en las clausulas que indicaban que a los cinco años, si la editorial no seguía publicando o desaparecía, los derechos de publicación volvían a mí. Amazon siguió sin darme la razón, aduciendo tercamente que no podía publicar sin el permiso de una editorial que ya no existía. Llamar estúpidos a lo que estén en el departamento de Amazon correspondiente a estos temas es, quizás, pasarse un poco, así que me limitaré a llamarlos idiotas, que como todo el mundo sabe viene del griego ιδιωτης (idiotes), que significa aquel que no se interesa por los asuntos públicos sino privados o que está fuera de la realidad.

            Pude solucionar el problema gracias a que me puse en contacto con el editor y firmar una transferencia de derechos de publicación de la persona del editor a mi persona como autor (estos modelos de derechos y transferencias los puedes encontrar por Internet). Fin del problema. La cuestión es que hubiera pasado si no hubiera podido encontrar a mi antiguo editor (que se fue a vivir a Francia, pero menos mal que no perdimos el contacto ni yo su correo electrónico). Esto que os he ejemplificado es mucho más común de lo que creéis. Ahora, vamos con el segundo ejemplo.

Amazon se lava las manos siempre

            Una autora decide publicar su novela en Amazon y se encuentra con que Amazon le niega la publicación. ¿Por qué? Pues porque Amazon encuentra que esa obra ya está colgada en una página Web de la que la autora ni tan siquiera conocía su existencia. Evidentemente, esa página Web es una página pirata que ha robado la obra y la está publicando sin el permiso de la autora y saltándose la Ley. Cuando la autora escribe a Amazon y le pide que le diga que página es esa, Amazon se niega y no solamente no da la dirección de la página pirata a la autora, sino que encima amenaza a la misma con posibles consecuencias judiciales. Como podéis comprobar, en este caso Amazon se coloca del lado de los que se están saltando la Ley.

            La autora se muestra impotente, pues no comprende que Amazon no le ayude y en cambio se posicione a favor de la página pirata. Esto es así, porque como ya he dicho, Amazon no distingue entre derechos de autor y derechos de publicación, y entiende que si una obra ya está publicada en una página Web o en una editorial el autor, dueño de la obra, no tiene ningún derecho sobre ella; aunque en realidad su obra haya sido robada. Amazon no quiere complicaciones con los derechos de autor, se lava las manos porque lo que no desea es que se le lleva a juicio por esos temas y se muestra implacable con los presuntos autores que se saltan los derechos de publicación, aunque se den casos como los que os estoy narrando (e insisto, más a menudo de lo que creéis). ¿Cómo se solucionó este problema? La autora logró encontrar la página pirata, se puso en contacto con sus dueños y les indicó que no podían tener su obra ahí, luego se puso en contacto con CEDRO y a continuación escribió a Amazon.com, en inglés, puesto que Amazon.es decidió no ayudar ni solucionar el problema. Y aquí os dejo el siguiente consejo para estos problemas con Amazon.

            En primera instancia, poneros en contacto con Amazon.es. No suele servir de mucho, e ignoro porque, pero hay que hacerlo. Si no os hacen caso o no os ayudan, entonces poneros en contacto con Amazon.com explicando que la sección de Amazon.es no os ayuda. Amazon.com es mucho mejor y suele solucionar estos problemas, y es debido, quizás, a que en el mercado anglosajón literario se toman muy en serio las cuestiones de los derechos de los autores, no como en el mercado literario hispano parlante donde los atropellos, abusos y robos de autorías están a la orden del día.


Conclusión

            Llevo años publicando con Amazon, y si las cosas van bien no tienes problemas con ellos y puedes beneficiarte de sus promociones y su profesionalidad en ese sentido. Ahora, como las cosas vayan mal prepárate a sufrir tal y como has podido comprobar con los ejemplos que he expuesto. No me malinterpretéis, Amazon no es la peor editorial, ni es que sean seres malvados que deseen fastidiar a los autores, simplemente es una megaempresa que únicamente vela por sus intereses, más o menos como hace casi todo el mundo.

            Esto lleva a que muchos autores se replanteen si merece la pena autopublicarse bien por estos portales o bien por páginas Web llevados por el temor de ver como sus obras son robadas o pirateadas. Bien, no os voy a decir lo que tenéis que hacer, pero si seguís desde hace tiempo mi blog os habréis dado cuenta que siempre digo lo mismo. La Vida es riesgo, y el que no arriesga nada gana. Si publicáis tenéis que tener en cuenta que es más que seguro que descarguen de forma ilegal vuestras obras y las coloquen por ahí sin vuestro permiso, esto es así y hay que asumirlo, lo que no significa que os resignéis, sino que debéis luchar para impedirlo o una vez que se ha hecho solucionarlo. No estáis solos en la lucha, podéis uniros a asociaciones y entidades, a foros, pedir ayuda, exponer el problema en las redes sociales, denunciar a los infractores, moveos y seguro que conseguiréis solucionar la cuestión aunque al principio os parezca tarea imposible.

            Dura es la vida del escritor, pero si conoces al enemigo, tienes muchas posibilidades de vencerlo. Hasta la próxima.