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lunes, 16 de septiembre de 2013

EL USO CORRECTO DE LA COMA, SEGUNDA PARTE




EL USO CORRECTO DE LA COMA
Seguimos repasando las diferentes reglas para hacer un uso correcto de la coma. Recuerda que la primera parte la tienes en la anterior entrada. Sigamos adelante entonces.

Más reglas para colocar la coma.

1-Cuando se invierte el orden regular de las proposiciones adelantando lo que había que ir después.

—El coche explotó cuando el fuego llegó al depósito de combustible.

—Cuando el fuego llegó al depósito de combustible, el coche explotó.

2-En las oraciones que son consecutivas:

—Tenía tanto trabajo acumulado, que me tuve que quedar a trabajar hasta tarde.

—No puedo más, lo haré mañana.

3-Para intercalar vocativos.

—Toma el pantalón negro.

—Toma el pantalón, negro.

            Como se puede comprobar, no es lo mismo la primera frase que la segunda y de esta forma nos damos cuenta de la importancia que tiene la coma y su perfecta colocación.

4-La palabra etcétera y su abreviatura (etc.) deben separarse con comas.

5-No debe colocarse una coma entre el “pero” y una oración interrogativa y tampoco antes de un paréntesis, aunque puede ponerse después.

6-No se pone coma entre el sujeto y el predicado.

7-Se coloca coma para separar las proposiciones o sintagmas unidos por conjunciones distributivas:

—Aunque juegues bien, aunque juegues mal, te van a criticar igual.

—Me da igual el color que uses, sea rojo, sea verde, tu pinta y termina el trabajo.

8-Cuando se repite una misma palabra siempre que la segunda conlleve una explicación:

—Debería haberte dado de puñetazos, puñetazos que sin duda te mereces.


9-No se pone coma en elementos unidos por la “o”:

—A ver, nos compramos para cenar una pizza o una hamburguesa.

            Pero se pone la coma para separar los elementos unidos por la “o” en una oración interrogativa compuesta:

—¿Al final vas a ir a por la cena, o nos vamos a acostar muertos de hambre?

            Nótese que puede darse el caso de que la “o” vaya precedida por la coma, pero será porque no une elementos o porque sea interrogativa aunque no esté encerrada entre interrogantes:

—Vamos, venga, ve a por la cena o lo que quieras, o no hagas nada.

10-La coma debe ponerse delante de las preposiciones que son introducidas por “pero”, “mas”, “excepto” y “salvo”:

—Iremos todos, pero tú no, que te quedarás en casa, mas guardando el botín. Cogeremos los rifles, excepto uno que te dejaremos, salvo que decidas lo contrario.

11-Es recomendable poner la coma para separar otros complementos antepuestos al verbo, sobre todo si son de una buena extensión:

—Dado que su misión es ayudar a mantener las fronteras a salvo y bien guarnecidas, debemos darles todo nuestro apoyo.

12-En enunciados que no son una oración y sin verbo hay que poner la coma que permite identificar al sujeto y al predicado semántico.

—El caballo está en el corral.

—El caballo, en el corral.

            En la segunda frase hemos omitido el verbo y nos vemos obligados a poner la coma. No obstante, el uso de esta regla está sujeto a la voluntad del autor, pues puede dar a confusiones el quitar verbos para colocar comas y producir un efecto contrario al que el escritor pretende llegar.

13-Las locuciones adverbiales o conjuntivas y los adverbios suelen ir entre comas, aunque no siempre y es conveniente fijarse mucho a la hora de escribir; son: esto es, es decir, en fin, por último, por consiguiente, en ese caso, aun así, en síntesis, en una palabra, así, además, en cambio, sin embargo, no obstante, efectivamente, o sea, a saber, en realidad, con todo, por ejemplo, etc.

—Saldremos todos al amanecer y, por último, los centinelas se apostarán alrededor de la empalizada.

—No estoy muy convencido del plan, aun así, no tenemos otro.


14-Se coloca coma para separar oraciones con distinto sujeto o los miembros de una cláusula independientes entre sí, con o sin conjunción:

—Varios chicos comieron de pie, otros lo hicieron sentados.

15-Se ubica la coma delante de “como” cuando esta palabra se utiliza como ejemplo, no como igualdad:

—Me gustan los juegos de mesa como el Risk, Colonos de Catan y Clycades.

—Me gustan los juegos de mesa, como el Risk, Colonos de Catan y Clycades.


            Fíjate bien en la segunda frase y comprobarás como la coma y el “como” ejercen la función de ejemplo.

16-No se pone coma antes o después de la conjunción “que”, pero existe una excepción, que es cuando se coloca, antes o después, un inciso:

—El capitán sabía antes de verlo, tal era su experiencia, que, a pesar de los refuerzos, la batalla estaba perdida.

Consejos finales.

            Hay que tener en cuenta que la colocación de una coma, tal y como hemos comprobado en abundantes ejemplos, puede cambiar radicalmente el significado de una frase. Desde formas bastantes explicitas hasta las más sutiles. Por tanto, es conveniente conocer muy bien las reglas que rigen la colocación de las comas. Es recomendable repasar los textos y leerlos incluso varias veces para dejar constancia de que las comas están colocadas en su orden correcto.
            Tras asimilar las reglas para la colocación de la coma podremos estar seguro de que las ubicaremos correctamente, y cuando escribamos nos daremos cuenta de que la colocamos de forma casi instintiva. Otra forma de lograr aprender el uso de la coma es leer mucho, libros muy bien editados y publicados. Las buenas ediciones de los grandes autores siempre traen consigo unas correcciones gramaticales casi perfectas. Leer buenos textos y grandes libros nos hará ser más conscientes de la enorme importancia de la coma.
            No te desanimes si al principio colocas mal las comas, es un error muy común entre los escritores que comienzan, pero también debes ser consciente que es un error que debes solucionar lo más rápidamente posible. Tu obra debe llegar al editor y al lector de la forma más perfecta. La buena colocación de las comas te hará ganar créditos a la hora de publicar. Espero que mis humildes consejos te hayan ayudado en algo.


 Pincha AQUÍ para ir a la primera parte. Otras entradas que te pueden servir como ayuda y complemento para esta son UNOSCONSEJOS PARA ESCRIBIR DIÁLOGOS, y UNAAYUDA PARA QUE TUS NOVELAS Y OBRAS ESTÉN MEJOR ESCRITAS, primera y segunda parte (pincha AQUÍ para ir a la segunda parte).

Prueba también con estas entradas:
 EL USO CORRECTO DEL PUNTO Y LOS DOSPUNTOS.

 


lunes, 2 de septiembre de 2013

EL USO CORRECTO DE LA COMA, PRIMERA PARTE






EL USO CORRECTO DE LA COMA

            Bienvenidos a una nueva entrada en mi blog en la sección de ayuda y consejos para los escritores. En esta ocasión vamos a tratar de un asunto que parece muy fácil a simple vista, pero que es motivo constante de que muchos autores, sobre todo noveles, no consigan publicar sus obras. Nos referimos a la coma.
            La coma es un elemento muy importante de la escritura, pues su función es la de “aclaración sintáctica”, función, diría, que hay que conocer a fondo para poder escribir un libro. El uso erróneo de la coma suele producirse por dos grandes motivos: el primero por la falta de experiencia del que escribe, que se suele corregir con el tiempo y a base de leer otros libros; el segundo por desconocimiento de las reglas que rigen la utilización de la coma. Para ambos casos espero que mi entrada os pueda ayudar.
            Varias veces me habréis leído comentarios acerca de un truco para saber colocar bien la coma en un texto, que es leerlo en voz alta y allá donde el aliento nos pida una pausa es donde debe colocarse una coma. Sí y no. No, porque no es lo mismo leer en voz alta que la palabra escrita (leer para uno mismo) y existen diferentes reglas para una cosa y la otra. Por tanto, si te fías todo a la lectura en voz alta lo más seguro es que coloques mal las comas. Sí, pero sólo si lo tratas de forma orientativa. Cuando suelo aconsejar eso es para que el escritor, el novel, se haga una idea y comience a darse cuenta de la importancia tremenda que tiene la coma en la escritura. A veces suele pasar que la coma coincide con la pausa en la lectura en voz alta, pero en contadas ocasiones. Es un buen truco para comenzar a conocer los usos de la coma, pero debes tener en cuenta las siguientes reglas que ahora mismo paso a explicar. Fiel a mi estilo, os explicaré dichas reglas de la forma más fácil que pueda, con ejemplos que os permitan daros cuenta de lo que digo.

Empezamos mal.

            Si al comenzar a leer una novela nos encontramos con esto:

—Tengo, cuatro coches tres motos o puede que no, y una gallina.

—El soldado, arrancó la flecha de la pierna y la tiró, a un lado.

            Enseguida nos daremos cuenta de que vamos a pasar un mal trago con su lectura. Como podéis comprobar en las dos frases las comas están tan mal colocadas que la lectura es sencillamente horrible, creando confusión donde debe haber orden (la música de las palabras). Para empezar, diremos que existen cuatro reglas sencillas que se deben conocer a la perfección:
1-La coma nunca debe ser colocada entre sujeto y verbo.
2-En ocasiones se debe colocar para la correcta interpretación del texto.
3-Se coloca pegada a la palabra que la antecede.
4-Hay pausas en la entonación que no justifican su uso.
            Pasemos a hablar de las reglas para la colocación correcta de las comas.

Por inciso.

            Cuando en una frase se coloca un inciso, se pone la coma antes y después del inciso.

—Los soldados, que eran profesionales, enseguida se dieron cuenta que la posición era indefendible.

—El abogado hizo acto de aparición, Mariano Pérez era su nombre, entrando con paso firme en la sala.

            Las comas del inciso se pueden colocar varias veces en una frase dependiendo de los incisos que haya en ella. En ocasiones la coma se puede suprimir, pero sin olvidar que cuando colocamos “por ejemplo” hay que tener mucho cuidado a la hora de eliminar las comas, pues podemos cometer errores, sin darnos cuenta, con los términos.

—Podemos cocinar algo rápido, por ejemplo una paella, y quedar bien ante las chicas.

—Podemos cocinar algo rápido, por ejemplo, una paella, y quedar bien ante las chicas.

            A primera vista ambas frases parecen idénticas, pero la segunda, al colocar la coma entre “ejemplo” y “paella”, concede una pausa identificativa que dota a la frase de otra intención. Es muy sutil, pero en manos de un buen escritor esta colocación de la coma puede dar mucho juego.

Uniendo elementos.

            La coma se emplea en enumeraciones, uniendo elementos en una misma serie, ya que en este caso la coma actúa como si fuera una suma.

—Tengo cuadernos de color rojo, verde, azul y amarillo.

            La coma se ubica entre los elementos de la enumeración hasta llegar al antepenúltimo, ya que entre el penúltimo y último se coloca “y”, “o” y “ni”, todas conjunciones. Para “ni” se debe poner la coma cuando se repita.

—Los estudiantes no tenían ni para el viaje, ni para la comida, ni para el alojamiento.

            Cuando la enumeración es más compleja se suele emplear el punto y coma. Esto suele ocurrir cuando los elementos sintácticamente, aún siendo equivalentes, presentan otra función.

—Luis, coge el número cinco, seis y siete; el siete y el cinco están rotos, ten cuidado.

Diferentes momentos en los que hay que colocar la coma.

1-Con el nombre, dando igual su colocación, siempre que tras el nombre venga la acción.

—Pepe, tráeme la botella.

—Lucía, no lo hagas.

            La excepción a la regla se encuentra en las cartas en su encabezamiento, pues tras el nombre se coloca dos puntos.

2-Para separar complementos del nombre siempre y cuando la función sea explicativa.

—Los marineros, agotados, se negaron a obedecer y el descontento…

—Los marineros agotados se negaron a obedecer y el descontento…

            De nuevo nos volvemos a encontrar con que colocar la coma cambia sustancialmente la frase, pues no quiere decir lo mismo la primera que la segunda frase.

3-Se puede colocar una coma antes de los complementos circunstanciales y otros complementos del verbo que se antepongan al mismo, pero en muchos casos no hace falta poner la coma. No obstante, hay que prestar especial atención en estos casos.

—Ayer, por la noche, fui a cenar.

—Durante catorce días, la marcha fue insoportable.

            En ambos ejemplos nos damos cuenta que podemos quitar la coma sin que el mensaje en la frase sufra ningún cambio.

4-Cuando se suprime el verbo debemos colocar la coma.

—Tú, quieto. (—Tú estate quieto)

—Juan fue al cine. María, al teatro. (Juan fue al cine. María fue al teatro.)




El explicativo.

            Se colocan las comas en las proposiciones de relativo explicativas. Explicativa significa que un elemento lingüístico se refiere a otro en toda su extensión. Sirven para expresar cómo ve la realidad el autor, de ahí el término de explicativo.

—Diego de la Vega, que era muy buen capitán y conocedor de los hombres, no quiso regañar a sus hombres por tal menudencia…

            Hemos interrumpido la frase para explicar que el capitán, Diego de la Vega, posee ciertas cualidades que le permiten encararse con los soldados de forma exitosa, inciso que emplea el autor para resaltarlo.
            Esto se opone al concepto de especificativo que sirve para distinguir un elemento de los de su misma especie, por eso se dice que las estructuras especificas son objetivas. No es lo mismo:

—Los soldados que querían que todo fuera a mejor se marcharon callados.

Que esto otro:

—Los soldados, que querían que todo fuera a mejor, se marcharon callados.

            En la primera nos damos cuenta de la función especificativa (no todos se fueron), mientras que en la segunda es explicativa puesto que el autor desea dejar constancia de el porqué se marcharon los soldados (aparte que se fueron todos).

En una proposición subordinada adverbial.

            Se debe colocar la coma después de una proposición subordinada adverbial cuando ésta antecede a la oración principal:

—Cuanto termines el trabajo, me avisas.

—A pesar de todo, sigo sin creérmelo.

            Si la proposición subordinada se coloca en su orden no va separada con la coma. Se separa con coma las proposiciones causales que vienen introducidas con un “porque”. Se hace así porque los que hablan han omitido una parte del mensaje que se da por entendido:

—Ha tenido que haber fuego, porque la hoguera todavía tiene rescoldos humeantes.

—Ha habido fuego ya que la hoguera todavía tiene rescoldos humeantes.

—La hoguera todavía tiene rescoldos humeantes.

            En la última frase nos damos cuenta de la omisión de parte de la información por sobreentenderse.





 Seguiremos explicando más reglas sobre el uso de la coma en una nueva entrada, que será la segunda parte. Pincha AQUÍ para ir a dicha segunda parte. Otras entradas que te pueden servir como ayuda y complemento para esta son UNOS CONSEJOS PARA ESCRIBIR DIÁLOGOS, y UNA AYUDA PARA QUE TUS NOVELAS Y OBRAS ESTÉN MEJOR ESCRITAS, primera y segunda parte (pincha AQUÍ para ir a la segunda parte).