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jueves, 2 de febrero de 2017

DEFENSA POR LOS DERECHOS DE AUTOR Y CONTRA LA PIRATERÍA DIGITAL



DEFENSA POR LOS DERECHOS DE AUTOR Y CONTRA LA PIRATERÍA DIGITAL

            Todos aquellos que seguís mi blog con más o menos regularidad, habréis apreciado que de cuando en cuando suelo dedicar una entrada a hablar sobre el tema de la piratería en el mundo de la Cultura o a defender ardientemente los derechos de autor. Esto no es tanto porque yo mismo sea autor, sino también porque una sociedad que no respeta a los autores ni cuida de la Cultura, es una sociedad que a medio y largo plazo termina por desaparecer ahogada por un mar de analfabetismo, mediocridad y brutalidad intelectual, por no decir pobreza de espíritu. Una sociedad así está condenada a la desaparición y la Historia nos ha legado amplios ejemplos de ello a lo largo de los milenios. No es casual, y está bien demostrado, que a la vez que suben los datos sobre la piratería contra la Cultura bajen los índices de excelencia en Educación, comprensión lectora y éxito educativo. Es decir, cuanto más analfabeto es el país, mayores y con mayor profusión son los actos de piratería contra la Cultura. Y siguiendo el mismo y oscuro camino, cuanta más analfabeta es una sociedad y menos acceso tiene a la Cultura, más fácil es de manipular por los poderes y las ideologías extremas. O sea, pasamos de ser ciudadanos a convertirnos en vasallos.
            Por eso es tan importante defender la Cultura y la Educación como bienes valiosos de una sociedad que se precie de ser civilizada. Porque la Cultura y la Educación nos convierten en personas libres capaces de expresar ideas propias y razonar sobre las ideas de los demás sin que nos convirtamos en ciegos fanáticos o meras marionetas.
            Ya he explicado en otras ocasiones la diferencia entre Cultura y Educación, pero en esta entrada me voy a centrar en la Cultura y en concreto en la piratería digital, defendiendo, una vez más y contra marea, los derechos de autor y que a los autores se nos trate como a cualquier otro profesional del mundo laboral, con sus derechos y deberes. Pero antes de tratar de esto, voy a exponer una serie de fríos datos. Si hay algo que no mienten son las matemáticas, aunque a muchos no les guste y traten de tergiversar sus datos, pero esto es lo que hay.

Los datos

            Que en España nos gusta batir records es un hecho evidente. Lo malo es que la mayoría de records no suelen ser positivos precisamente… Lejos de amainar, la piratería en España no deja de batir cifras preocupantes. Según el informe del Observatorio de la Piratería, el 87,48% de los contenidos consumidos en Internet el pasado año fueron ilegales, a la vez que destaca como aumenta entre los ciudadanos la percepción de que robar (porque piratear es robar) en Internet “no es malo”, “no pasa nada”, “no hay consecuencias ilegales”, “ya pago mi cuota de Internet” o, la peor de todas, “no tengo porque pagar por algo que ya está ahí” (siguiendo esa línea de pensamiento, agarro un martillo, destrozo un escaparate y me llevo relojes y joyas porque, como están ahí, no tengo porque pagar por ello).
            Otro informe presentado de forma conjunta por el Observatorio de Piratería y Hábitos de Consumo de Contenidos Digitales y la Coalición de Creadores y la Liga de Fútbol señala que en el año 2016 se accedió ilegalmente a 4.307 millones de contenidos ilegales con un valor de mercado de 24.085 millones de euros, por lo que el coste del lucro cesante por la piratería fue de 1.669 millones de euros. Vamos a desglosar esta cantidad a ver en que afecta:
-103 millones de euros correspondieron al sector del libro.
-231 millones a videojuegos.
-186 millones a series de televisión.
-573 millones a películas de cine.
-402 millones al sector de la música.
-174 millones al futbol emitido por cadenas privadas.
            Como se pueden apreciar, son cantidades exorbitantes de pérdidas.

            Aunque ya he comentado algunos de los motivos que llevan al robo (y más adelante entraré un poco más a fondo), expondré que seis de cada diez internautas reconocen acceder a contenidos ilícitos y sin que ellos les lleve a un mínimo remordimiento ya que piensan que no están haciendo “nada malo”; el 100% de ellos no tienen ningún temor a las posibles consecuencias legales. Solamente el 37% de los internautas aseguran no haber pirateado nunca. El 62% de los piratas se justifican argumentando “que los contenidos originales son muy caros”, aunque luego añaden que “la rapidez y facilidad de acceso” a los contenidos piratas les estimula a su robo “sin que les importe el precio del producto a piratear” (un 55%). Como dije un poco más arriba, sube el porcentaje de internautas piratas que consideran que pagar la conexión a Internet les concede derecho a descargar todos los contenidos sin tener que pagar ni un euro (el 53%).
            La única noticia “buena” a destacar del informe del Observatorio, es que desde 2014 hasta 2016 se ha apreciado un “ligero” descenso en la actividad pirata por Internet. Pasamos del 87,9% del 2014 al 87,4% en 2016; no es precisamente un descenso como para tirar cohetes… Ante estos datos, la directora de la Coalición de Creadores, Carlota Navarrete, con buen criterio, ha pedido a las fuerzas políticas que adopten una política de Estado ya que “no se trata de que un partido u otro esté en el Gobierno”, que las medidas ahora mismo adoptadas son insuficientes y que es urgente aplicar con eficacia la legislación vigente. A esta petición de Navarrete se le suma la del director de la Federación para la Protección de la Propiedad Intelectual (FAP), José Manuel Tourné, y la de Magdalena Vinent, presidenta de CEDRO, quien añade que la Ley de Propiedad Intelectual parece “suficiente sobre el papel, pero la realidad es que no sirve de nada”.
            ¿Qué más da que alguien se descargue ilegalmente una película, un libro o que robe un CD de música? ¿En qué nos puede afectar esto? En todo caso, afectará a los autores, no al resto de ciudadanos… Este pensamiento suele cruzar por la mente de muchos españoles ante estas cifras, lo que demuestra lo mal informados que están. La piratería no solamente afecta a autores y empresas, sino que las arcas públicas dejaron de recibir 547 millones de euros por ingresos, entre ellos los del IVA (337 millones), IRPF (48 millones) y cotizaciones a la Seguridad Social (162 millones), sumando la pérdida de más de veinte mil puestos de trabajo relacionados directa o indirectamente con el mundo de la Cultura e Internet. Además, se cifra en 21.559 los puestos de trabajo directos y 100.000 los indirectos que se podrían crear en un escenario donde las descargas ilegales no existieran.
            Atendiendo a estos datos, aunque haya descendido ligeramente la piratería (5 décimas), el representante del sector musical, Antonio Guisasola, ha dicho que la Administración, independientemente de su ideología política, debe aplicar la Ley, “porque mientras las multas de tráfico han crecido, en el sector musical no se ha hecho nada, cuando la protección de la propiedad intelectual se recoge claramente en la Constitución”. A pesar de que en el sector de la música descendió ligeramente el número de internautas que accedió a contenidos ilícitos, el pirateo afectó a 1.723 millones de contenidos, con un valor de mercado de 6.333 millones de euros.

Las películas pirateadas fueron 878 millones, valoradas en 6.907 millones de euros; y en series de televisión, el acceso ilegal afectó a 950 millones de capítulos, con un valor de 1.567 millones de euros. En lo que se refiere a libros, hubo 390 millones de descargas ilegales, por 3.131 millones de euros, y en videojuegos, fueron 225 millones los accesos piratas, y 5.710 millones de euros. Y durante 2016 se visualizaron de forma ilegal 141 millones de partidos de fútbol en dos millones de hogares españoles, retransmisiones valoradas en 410 millones de euros. Respecto a la forma de acceso, hay un aumento del uso de buscadores, que pasa del 72 al 81%, y entre ellos Google es usado en nueve de cada diez ocasiones. Más de un 74 % de las webs desde las que se accedieron a contenidos piratas están financiadas por publicidad, la mayoría de sitios de apuestas, de contactos y contenidos para adultos.

¿Por qué pasa esto?

            Los motivos del aumento de la piratería, en este caso la digital, son muy claros y están perfectamente estudiados por todos aquellos que pretenden erradicarla o al menos combatirla con mayor eficacia. De igual modo, aquellos que con su actitud pasiva o con su negación a entrar en profundas reformas permiten que la piratería sigua aumentando, también saben cuáles son los motivos pero, como ya he dicho, por variados motivos (entre los que no hay que descartar la ineptitud) no quieren atajar este latrocinio que está acabando con la Cultura.
            Aunque son muchos los motivos, los englobaré en siete grandes apartados. A lo largo de otras entradas en mi blog he ido hablando extensamente de estos temas, por lo que me limitaré a realizar un apunte más o menos esquematizado para no alargar demasiado la entrada. Además, como diría el refrán, a buenos entendedores, pocas palabras.
1-Fallo del sistema educativo. El reiterado fracaso del Sistema Educativo español no hace más que crear ciudadanos analfabetos poco interesados por la Cultura, no digamos ya por la literatura en el caso que nos atañe. A la cabeza del mundo en cuanto a fracaso y abandono escolar, España no toma medidas adecuadas para paliar este problema. Se añade, para empeorar, que en las escuelas, institutos y universidades cada vez más se implantan ideologías políticas que intentan suplantar a la Educación, en un perverso mensaje que intenta hacer creer que la Educación solo puede venir de una determinada ideología política. Es decir, en España no se educa, sino que se busca alinear a futuros y potenciales votantes. Por otro lado, tampoco es que el Sistema Educativo ponga mucho por su parte, pues a pesar que cada año demanda más dinero y más recursos para imponer una mejor educación a los alumnos, lo cierto es que hay poca intención de cambiar el panorama visto la mala preparación del profesorado o las medidas que se han tomado. Es más, el hábito de lectura se fomenta poco o mal creando un efecto contrario al que se desea. En un alarde de soberbia intelectual (cuando no de afán lucrativo) se obliga a los niños y a los adolescentes a leer libros que nada tienen que ver con sus intereses, libros que requieren de una mayor madurez mental y una preparación adecuada. Esto lleva al alumno a renegar de la lectura y a leer únicamente “por obligación” porque forma parte de sus deberes. 

2-Olvido de la Cultura por los partidos políticos cuando llegan al poder. Cuando se encuentran en la oposición, los partidos utilizan a la Cultura como arma política contra el gobierno que tienen enfrente. Proponen medidas, acuden a las manifestaciones, posan para las fotos y se entrevistan con escritores, actores, pintores… Pero cuando llegan al poder sencillamente se olvidan de sus promesas. De esto tenemos suficientes ejemplos por todo el país y de parte de todos los partidos políticos sin excepción. En todo caso, a lo más que llegan es a seguir utilizando a la Cultura pero para fines propagandísticos e ideológicos afines. No existe partido político en España que se haya atrevido, o haya querido, entrar a fondo en una serie de medidas y reformas que relancen a la Cultura y la protejan de los males que la aquejan. Por tanto, para los políticos no es prioritario el acabar con la piratería digital ni defender a la Cultura.
3-Prostitución de la Cultura por determinadas ideologías y desafección del ciudadano hacia el mundo de la Cultura. Este punto enlaza perfectamente con el punto anterior. Pudiera parecer que ciertos partidos políticos se toman muy en serio la defensa de la Cultura, pero es mentira. Hay una ínfima parte del mundo de la Cultura que directamente se ha colocado de parte de ciertas ideologías políticas, pero en ningún caso representan a la Cultura en su totalidad y nunca han defendido a la Cultura. Son asociaciones, pequeñas y con escaso número de representantes, que han creado lobbies que se nutren de dinero público emitido bajo los disfraces de subvenciones a la Cultura por determinados partidos políticos que lo que buscan con esto es monopolizar la atención del ciudadano haciéndoles creer que únicamente ellos son los que buscan proteger y fomentar la Cultura. Lo cierto es que estos lobbies han causado mucho más daño a la Cultura que la piratería tanto por su más que evidente prostitución a ideologías determinadas arrastrando consigo a la Cultura, que por norma es imparcial y siempre representa a todos, como por los escándalos en los que se han visto implicados. Escándalos de despilfarro de recursos y dineros públicos, corrupción, robo, sectarismo, doble rasero a la hora de valorar determinadas políticas, manejos inmorales y demás que han llevado al ciudadano a identificar, erróneamente pero lógico por otro lado visto que estos lobbies se han autoproclamado portavoces de la Cultura, estos desmanes y a estos autores con la Cultura, creando una desafección del ciudadano hacia la Cultura que le lleva a no respetar ni valorar ningún tipo de hecho cultural. Por tanto, para esta ciudadanía la piratería no es más que una forma de combatir a aquellos que se enriquecen y prostituyen gracias a un uso inmoral y perverso de la Cultura.

4-Abusos y monopolios por parte de las grandes empresas. Aquí tampoco se libran las grandes empresas que viven del mundo de la Cultura que, paradójicamente, son las que más se quejan ante las pérdidas que sufren por culpa de la piratería digital. Lo cierto es que muchas grandes empresas han contribuido al aumento de la piratería o a su no erradicación con sus malos procederes comerciales, monopolios y abusos. Utilizando tácticas de competencia desleal y aprovechándose de las ayudas y leyes de los gobiernos de turno que siempre les favorecen, estas empresas se embarcaron hace décadas en el proyecto de acabar con la competencia y quedarse dueñas en su totalidad del mundo de la Cultura en todas sus facetas. La consecuencia de esto es la casi desaparición de las pequeñas y medianas empresas y de la competencia, con lo que las grandes empresas han tenido el campo libre para adueñarse del mundo de la Cultura en todas sus facetas. Precios prohibitivos, monopolios, afán desmedido de lucro, desprecio hacia todo aquello que no forme parte de su empresa… llevan a que la Cultura no pueda estar al alcance de todos debido a unos precios desorbitados y muy alejados de lo que es la renta per cápita española y su poder adquisitivo. Aunque no se puede justificar, ha servido de excusa moral para la piratería: “me lo descargo de forma ilegal porque es muy caro”.
5-Falta de aplicación de la Ley y falta de adecuadas medidas para acabar con la piratería. Comentado a lo largo de la entrada, aunque sí que existen algunas medidas para luchar contra la piratería y contra quienes la favorecen, así como quienes incurren en ella, lo cierto que apenas se aplica la Ley más allá de casos muy puntuales que más que nada lo que buscan es la foto y el mensaje hacia la ciudadanía de que se está actuando contra el expolio cultural. Pero la triste realidad es que apenas se aplican las leyes, que la impunidad es la norma y que faltan medidas para terminar con esta lacra. Eso sí, para gravar con impuestos a la Cultura los políticos no pierden tiempo, con lo que de nuevo se vuelve a alimentar el círculo infernal: a más impuestos a los productos culturales, mayores precios, sueldos muy bajos y el ciudadano que, de nuevo, no puede acceder a la Cultura y, de nuevo, recurre a la fórmula: “me lo descargo de forma ilegal porque es muy caro”.
6-Falta de concienciación de los ciudadanos, falta de respeto hacia los autores, falso concepto del autor y de la Cultura en general. Bien explicado en esta entrada y otras muchas más en mi blog, es la consecuencia directa de una mala Educación. Existe una más que notable falta de concienciación entre los españoles hacia el mundo de la Cultura. La falta de respeto hacia los autores y artistas es constante, se tiene una noción equivocada de lo que es ser autor o artista y de la Cultura en general, pues se tiende a confundir Cultura con Educación. Es muy normal escuchar a gente comentar que los autores son gente rica y aburrida que no tiene otra cosa que hacer que escribir o pintar, o que son vagos que deberían buscarse un trabajo de verdad. En pleno siglo XXI, estas tonterías siguen siendo muy comunes. 


          Por supuesto, esto sirve de pretexto para piratear pues como “son ricos, se les puede robar ya que es de justicia social”. Puesto que la Educación es un derecho al que todo ciudadano español debe acceder de forma gratuita, se piensa que la Cultura es lo mismo y que por tanto no se debe pagar por ella. Es más, muchos españoles no tienen una idea clara de lo que es la Cultura creyendo que es algo que está ahí al alcance de todos y que por tanto es gratis y no se debe pagar por ella. Como siempre, pongo el mismo ejemplo: la comida es un derecho y un bien esencial para el ser humano, sin embargo, pagamos por ella y pagamos al frutero, al carnicero, al panadero, al charcutero… por adquirir la comida, aunque nos sea imprescindible y un derecho. Porque sabemos que hay que remunerar de alguna manera al que nos accede a la comida. Pues de la misma forma hay que pagar al escritor, al pintor, al cantante, al actor, al compositor… porque es un trabajo y todo trabajo debe ser justamente remunerado. Si entras en una panadería y coges una barra de pan y te marchas sin pagar estas cometiendo un delito; eres un ladrón. Pues por lo mismo si te descargas un libro sin pagar de una página Web ilegal estas cometiendo un delito; eres un ladrón.

7-Embrutecimiento de la sociedad. Todo esto nos lleva al círculo vicioso en el que se encuentra la sociedad española. Uno de los peores sistemas educativos del mundo, salarios muy bajos, monopolios por parte de las grandes empresas, falta de medidas adecuadas, falta de aplicación de la Ley nos conduce a que la Cultura en España cada vez se encuentre más desprotegida y, por tanto, termine por desaparecer. Muchas veces hemos escuchado aquello de “fuga de cerebros” aplicable a otros campos: medicina, ingeniería, etc. Lo mismo se da en la Cultura. Escritores, actores, pintores… prefieren irse a otros países a trabajar o publicar sus trabajos puesto que en España contemplan impotentes como se les roba y, lo que es peor, se les ningunea y encima insulta. A medida que la sociedad española se embrutece y analfabeta a más, la Cultura sufre mayor expolio. Y lanzo esta pregunta: ¿una sociedad es más libre cuanto más culta es, o cuanto más ignorante es?

Conclusiones; defiende tus derechos, condena la piratería digital

            Las conclusiones son desalentadoras a la vista de las cifras en cuanto a pérdidas y delitos cometidos contra la Cultura. Lejos de amainar, la piratería digital va a más (y no hablemos de la otra piratería como el cine o la música en soportes físicos, donde sencillamente se comienza a plantear la idea de no vender nada en formato físico debido a la piratería) y no parece que ni los gobiernos de turno ni los partidos políticos decidan hacer algo al respecto más allá de fotos o discursos tan vacios como demagógicos.
            Por tanto, autor, defiende tus derechos, denuncia, señala y no te dejes robar por nadie. Condena la piratería pues es un atentado contra tus derechos como autor como bien establece la Constitución y la Ley española. Si la Cultura termina por desaparecer, entonces con ella se irán los últimos alientos de libertad, respeto y concienciación. Esto no va de ideologías políticas y huye de todos aquellos que utilicen la Cultura como una forma de hacer política y de buscar votos; son los peores. La Cultura nos hace ser más grandes, tener la mente más abierta y ver el mundo de una forma más certera. La Cultura nos hace avanzar y ser mejores, nos hace ser libres y nos evita caer esclavos de las demagogias y fanatismos. Pero ante todo, la Cultura es la forma que tenemos los seres humanos de expresarnos, de acceder a niveles más elevados que de otra forma no podríamos acceder. No dejes que nos roben y acaben con esto.




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4 comentarios:

  1. Hola Carlos

    no puedo estar de acuerdo ni con la interpretación de los datos ni con el analisis que aportas. Si bien hace diez años podría ajustarse algo mas de realidad en mi opinión nada tiene que ver con la situación actual

    El principal problema, a mi modo de ver, es una industria que no se ha adaptado a los nuevos tiempos y a las demandas de sus clientes.
    Esa lentitud en ofrecer ese servicio en España a un precio razonable que el usuario demandaba ha obligado a obtenerlo por vias alegales durante tanto tiempo que ahora, tras aparecer por fin esas opciónes de acceso legal a contenido, obliga al cliente a cambiar el chip de pagar por lo que antes obtenia de forma gratuita.

    Todo comenzó con la música: en 2003 Apple revolucionó la industria de la música con itunes. Una tienda on-line de música en la que podias comprar temas a la carta. No te obligaba a comprar discos enteros sino que podias comprar únicamente la canción que te gustaba por 0,99 dolares.
    Hoy trece años después la industria ha evolucionado hacia los servicios de streaming como Spotify, Dezzer o Apple music que cuentan sus usuarios de pago por decenas de millones y aumentan año a año.

    https://www.cnet.com/es/noticias/spotify-cuantos-usuarios-100-millones-usuarios-mensuales-junio-2016/

    Por el precio de lo que vaía un CD hace diez años tienes acceso a un catalogo casi ilimitado, con recomendaciones personalizadas basadas en lo que sueles escuchar, con posibilidad de compartir con familia y amigos...

    http://cultura.elpais.com/cultura/2015/04/14/actualidad/1429015406_673630.html

    Quien no utiliza estos servicios hoy en día es porque en ningún caso se hubiera gastado un solo euro en música. Contabilizar esto como "perdidas" en mi opinión carece de sentido.

    En 2014 la venta de música digital supero por primera vez al formato físico y la tendencia es imparable. Aqui el gobierno acaba de anunciar que va a gravar el canon de los CD vírgenes en un ejemplo de legislar desde el conocimiento mas absoluto de la realidad de la calle.

    Algo parecido ocurre con el cine y las series. Hace años un alquiler de una única película valia lo mismo que hoy dia supones una suscripción mensual a Netflix, HBO, o el paquete de series y cine de Movistar +. Compartiendo la cuenta puedes acceder al catalogo de Netflix por 3€ y al de HBO por 4€ al mes. De nuevo me reitero que quien prefiere la descarga ilegal a darse de alta en cualquiera de los servicios existentes es porque en ningún caso se hubiera gastado un solo euro en contenido legal.

    Un saludo compañero

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    1. Saludos, Garak. Lo primero, muchas gracias por visitar mi blog y dejar tus comentarios. Lo segundo, a por la polémica, ja, ja, ja. No, vamos a debatir. Dices que no estás de acuerdo con mi interpretación de los datos, pero no los interpreto, simplemente los expongo y después coloco tanto mis impresiones como los de la inmensa mayoría de autores, editores, empresarios, autónomos, asociaciones, etc. Estas impresiones las poseo a través del contacto con estas personas y entidades y al profundo conocimiento que tengo de este mundillo gracias más que nada a mis muchos años como escritor pero también como editor literario, haber formado parte de una editorial y haber conocido como funciona tanto la Cultura en España como la piratería. Pero es que por más que leo tu comentario, a lo único que llego es a que me estás dando la razón.
      Un hecho es incuestionable: la piratería, lejos de disminuir, aumenta. Y aunque dices que la culpa la tiene en su mayor parte la industria, te recuerdo que en un punto achaco a esa industria gran parte de la responsabilidad del aumento de la piratería, pero en ningún caso es la industria o las empresas las únicas culpables de esto. Son muchos más los factores. Además, culpando únicamente a las empresas estamos cayendo en la trampa de la piratería, que es poner la excusa perfecta para piratear sin cargo de conciencia: “es que es muy caro”.
      Pero es que luego tu mismo te contradices. Señalas, y muy acertadamente, que hay gente que piratearía igualmente valiera un CD de música (por ejemplo) 12 euros que 1,95, por tanto, aquí la culpable no es la empresa, ni el autor, sino el ciudadano que sencillamente pasa de pagar aunque sea un importe mínimo porque es más fácil y lucrativo el no pagar absolutamente nada. ¿Y cómo se ha llegado a ese extremo de no pagar ni aunque sea un 1,95 euro por la descarga legal de un CD completo de música o 0,95 euros por la descarga de un libro? Pues la respuesta la tienes en mi entrada.
      Pones ejemplos de Netflix o HBO, o incluso Spotify, pero es que incluso pagando 3 euros por compartir usuarios en Netflix, la gente sigue descargándose las películas y las series de forma ilegal. Es más, las nuevas generaciones que tienen ahora mismo a su alcance toda está amplia variedad de descargas legales a bajo precio, siguen tirando de la piratería porque su concepto de autor y Cultura está totalmente distorsionado. Y ocurre no por culpa únicamente de las empresas, sino por los conceptos expresados en la entrada.

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    2. En cuanto al concepto de “perdidas” no tiene sentido común simplemente utilizando el argumento de que quien no utiliza estos servicios no se gastaría un euro valiera lo que valiera el producto es imposible sostenerlo. ¿Cómo que no son perdidas? ¿En qué nos basamos para decir eso? Claro que son pérdidas, amigo mío. Si hay un millón de descargas ilegales, son un millón de descargas legales menos, lo que implican menos beneficios en una empresa o autor que ha tenido que pagar y apostar por su producto previamente pensando que su mercado era de dos millones, cuando sólo ha tenido uno porque el otro ha sido por la vía ilegal. Es más, si la empresa deja de recibir ese millón de descargas que se veían factibles, ¿Quién crees que paga eso? ¿La empresa? No, el autor es quien dejar de recibir ese dinero perdido.
      Te voy a poner un ejemplo: ya existen muchos grupos de música que se niegan a sacar sus canciones tanto en formato físico como digital hartos de no recibir dinero, o de recibir apenas nada, por culpa de la piratería (también por culpa de la empresa) y únicamente hacen conciertos. El que quiera escuchar sus canciones, que pague una entrada y vaya al concierto. Es la única manera que hay de escuchar su música.
      La piratería digital es una lacra se mire por donde se mire. Y si eres autor lo entenderás. Si después de estar un año trabajando duramente para escribir una novela y la pones en Amazon, y te encuentras que tu novela está en varias páginas Web ilegales donde se descarga gratis y los dueños de esas páginas ganan dinero con la publicidad y contenidos de su página gracias a la descarga gratuita de tu novela, entonces sentirías la impotencia, la ira y la tristeza que sienten todas las víctimas que sufren un robo. Un saludo y hasta la próxima.

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  2. Hola Carlos
    te resumo mis últimas observaciones sin animo de alargar indefinidamente el tema.

    1.- Los últimos datos hechos públicos de marzo de 2016 respecto a la pirateria digital hablan de una tendencia a la baja. Todo esto antes de Netflix, HBO, Apple Music...

    http://cultura.elpais.com/cultura/2016/03/31/actualidad/1459427075_663954.html

    2.- El argumento de que "los españoles" somos lo peor tampoco me vale. No hay pais industrializado con menos inquietudes culturales y nivel mas bajo en educación que los EE.UU. y allí los niveles de piratería son infiimos. Tal vez porque desde siempre han tendido acceso a los contenidos de una forma cómoda y a precios competitivos.

    3.- Reitero que el usuario del pirateo es principalmente aquel que solo quiere el contenido gratis y que solo le interesa por este motivo. Es poco realista decir que esas descargas se traducirian en compras si no existiera la pirateria.

    4.- El año pasado, en su afan por mejorar la salud de los empleados, mi empresa decidió poner un cesto de manzanas de forma gratuita en cada una de las las cafeterías de la oficina.
    Esto propició que gente que no habia comprado manzanas en años corriese cada mañana y se llenase los bolsillos de fruta que acabaria en la basura con toda probabilidad.
    Vista esta actitud vergonzosa la empresa decidió dejar de proporcionar el servicio. Aquellos que volaban a la cafeteria antes siquiera de quitarse el abrigo volvieron a dejar de comer manzanas. Nunca han vuelto a una frutería.
    A quienes les gustan las manzanas siguen pagando por ellas en su tienda habitual.

    Un saludo

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